jueves, 26 de abril de 2012

Geometrías ibéricas

Así es, ni fútbol triangular y ni fútbol rectilíneo. La otra tarde ya me lo advertía Chitoski, antes de zarpar para la isla de la primera (y no superada hasta ahora, al decir de algunos) poesía canaria; -la era del triángulo se acabó el sábado pasado y ahora comenzará la era rectilínea-. Seguramente se referiría al Chelsea, más rectilíneo imposible, porque al Madrid se le cambó la trayectoria ayer; cual cohete rumbo al espacio sideral. Un triunfo, pues, para la cuadrícula alemana que enredó merengues y fue feliz sin comer perdices. Próximamente, fútbol cuadrícula frente a la maestría rectilínea de Drogba u Fernando Torres, que resurge cual ave fénix.

jueves, 19 de abril de 2012

Triángulos aplatanados

Anoche Chelsea 1 Barcelona 0. El equipo de los triángulos abrumó (lo llamo así por no haber nadie mejor que este Barsa en la triangulación del juego, no descubro nada si digo que es una de sus mejores armas), pero le faltaron esquinas más afiladas para romper la red de Stamford Bridge. El Chelsea sí tuvo dos grandes estiletes; Drogba en la delantera (lo siento por F. Torres, pero tiene dura competencia) y un Cech inconmensurable atrás, convertido en ángulo inverso, es decir, en embudo que todo lo apañaba sin dejar derramar una gotita. Un portero de estampa retro, con esa gorra que parece del rugby de los años 30, pero plenamente moderno en su despliegue físico, con estiradas que parecen cubrir todos los ángulos y todas las parábolas posibles. Y si no, para eso están los palos, para escupir los tiros a márgenes imposibles.
Antes del comienzo del partido, desde el helicóptero, magníficas panorámicas de ese barrio de Londres, barrio en el que 'viví' por unos días hace dos veranos; y muy cerca del estadio, del gran río, de King's Road en toda su longitud, desde Sloan Square hasta World's End, y muy cerca también de los afamados zapatos de tacón del palmero Manolo. Todavía me pregunto por qué no me traje una copia de aquella magnífica estampa del estadio del Chelsea abarrotado de gente en los años cincuenta, además de algún par de Manolo's. Pero lo que más me gustó ver en aquellas imágenes fue el verdor de los platanales de Londres, esas hileras impagables de naturaleza a lo largo de la gran city, casi como las que veo a diario por las avenidas universitarias de Guajara. Unos platanales bien distintos de los que conocí desde la infancia, platanales con aires de modernidad y no de república bananera, que es en lo que nos estamos (y nos están) conviertiendo últimamente. Algunos ya se atreven a decir que de España: el vino y el cante jondo, y gracias. O sea, que volvemos al folklorismo decimonónico, ¡qué avance de modernidad! Y no era alemán ni francés el que lo dijo.

martes, 17 de abril de 2012

Zumbeante zumbido el del zombi

Uf, al fin salgo de este triángulo que finalmente se convirtió en un Triángulo de las Bermudas. Aparecía mucho en las noticias de los setenta, en la época esa del programa de Jiménez del Oso; el Triángulo de las Bermudas, un triángulo que todo lo engullía. Quien cayera dentro de él desaparecía sin dejar rastro, aviones y barcos de los que no se volvía a saber nada de ellos. Parecía que ese triángulo me hubiera engullido a mí también, pero al fin he vuelto. No voy a contar todo lo que vi allí, pero sí puedo decir que casi no salgo. Algunas noticias me llegaban, sin embargo, del mundanal ruido. Noticias de debates a los que pocos de los interesados acudían; noticias de cosas malas y peores desde la generatriz que se quiere convertir en directriz, y que me han costado más de un ron enterarme ("Y si quieres saber algo más, otro par de rones". Eso sí es un amigo); noticias de cucarachas perfumadas y de barcos con derivas peligrosas, rozando el Mar de los Sargazos. Una zona, además, que viene a coincidir con el temible Triángulo. Algo querrá decir esa coincidencia.
Así es, perdidos unos e iluminados otros,como en cualquier villa del Señor donde siempre habrá gente pa too.
Hoy programa de radio con comienzo accidentado por un cierto descontrol en la cabina de mando. Cosas del directo y de los apuros de úlima hora. Nada nuevo... y menos mal. Del resto veo que todo sigue casi lo mismo por este lado de la isla, por esta 'santa pus' que nos rodea. Del programa nos dicen desde el norte, que quedó muy bien. Allá ellas y ellos, pero se agradece igualmente.
Atrás quedan las historias de un desencuentro con faltas de ortografía pero con envío de novela a su destinatario con intermediación del 18 de Julio. También atrás una Emma Bovary que no se entiende cómo dejó a su marido para ir en busca de otras aventuras. Me refiero a la representación de Madame Bovary en el Teatro Guimerá del pasado sábado, en versión de Magüi Mira. En ella un Carlos Bovary (Juan Fernández), que me pareció desmesurado en talante, voz y carisma, como para hacer creíble la vida gris de Emma Bovary. Demasiado actor para un personaje como ese. Los mayores comentarios se centraron, sin embargo, en el cuerpazo y la desnudez integral del amante Rodolfo para una escena de cama. Mientras, la Bovary nunca pasó de las enaguas y la blusa. "Por una vez fue él quien se desnudó y no ella", comenté yo luego; las cosas de la visión feminista de la Madame. "Es imposible que millones de mujeres hoy no se identifiquen con ella", comenta Magüi en el folleto, "...y de hombres", añadiría yo.
En fin, hoy "Tease Your Man" (algo así como Burlándose de tu hombre) con la magnífica voz de Koko Taylor, otra voz de mujer para aliviar la testosterona(sin querer) de La Puerta. Una canción donde todo está en un diálogo y cadencia maravillosos; voz, piano, batería, bajo...



Y con JRamallo de invitado, esta vez, para hablar de Cucarachas con Chanel, su último libro y que está cosechando muchas flores del jardín literario. Cucarachas y perfumes varios entre los cuentos de la realeza por el África negra, la expropiación del socio de Repsol, y del viaje de Paulino Rivero por el África del Magreb. Algo negro, y muy negro, se traen entre manos; con el negro profundo de la crisis como telón de fondo.
También se nos coló la fauna salvaje de este planeta, salvaje y no salvaje, cosas de la jungla de ficción, un zoo aún por descubrir. Una pregunta a Ramallo que se me quedó en el candelero, aunque hecha luego en el postprograma: ¿será verdad que es la carne lo único que escape a la ficción o es la carne misma otra ficción más? No dejo de acordarme de la reina del carnaval 2012, de la foto, me refiero. "Joder, tío, ¿no vas a creer ni en eso?", me contesta.
Y camino rumbo a La Cuesta después de dejar la carga en La Maldad; unos pasean el perro en zapatillas de marca, otros se besan en el portal mientras le echan un vistazo al último mensaje del wasapps, otros sacan la bolsa de basura en pijama... Quizás sean éstas las únicas fotos que deba hacer de aquí en adelante. El murmullo del zombi devorando todo lo que encuentra a su paso, engulliéndolo todo, como mi querido Triángulo de los Sargazos.