jueves, 20 de mayo de 2010

Cosas que pasan

Hoy no hay flash. En estos últimos días, tampoco. Atareado en mil detalles de la brega cotidiana, la inspiración se fue a la mierda. Hoy sólo recuerdo que estaba en Lemus en un paseo sin rumbo concreto, sobrevolando las novedades. Un placer sencillo mientras se me hacía la hora para visitar el INEM. ¿Tendrá que ver con las nuevas directrices de ZP? Recuerdo de pronto la entrada de JMª sobre Vasca cultura de altura y me entró curiosidad. La base de datos decía que había un ejemplar, pero que estaba alojado en las catacumbas de esta entrañable casa. Todavía me acuerdo de los tiempos en que te atendía Nico o Andrés, cuando eso ellos mismos eran la base de datos y todo se encontraba como por arte de magia. Eran los tiempos en que venía el Caféconleche por allí, a cantar sus últimas creaciones poético-filosóficas. Una delicia. «Uff, para esto voy a tardar un rato en encontrarlo» Me dice. «No, no importa, mientras me doy una vuelta por los expositores (de hecho eso era lo que tenía pensado hacer)». Más tarde estoy con una guía de Londres en la mano admirando sus recorridos… y, de pronto, oigo a una clienta que al entrar dice no sé qué de la policía y la grúa. ¡Joder! Y salgo pitando por si me había tocado a mí. Uff, era el coche que estaba justo delante del mío. Me acerco y compruebo que todavía no me habían puesto multa alguna. Nada, me llevo el coche de allí pero el policía me mira atravesado. Yo me disculpo con un gesto (¿me escaparé de la multa?). Cuándo se me quitará la fea costumbre de bordear siempre las leyes de tráfico ¿o será pura necesidad de supervivencia? De regreso, me dicen que nada, que no hay manera de encontrarlo. Ya ves, JMª, tu libro no sólo está en Yale sino también perdido entre los anaqueles del tiempo. Qué fatalidad. Tendrás que reponer existencias o perderás lectores. No es por nada, pero Yale me queda un poco a tras mano.