Anoche la congregación se dio cita en el último de los
guachinches de La Capi. La disculpa la puso Marcelino y su nueva obra "Y fumar puede matar". En el abigarrado espacio de la barra nos la jugamos en las distancias cortas, entre caldos de extraño pedrigrí, dorados espumosos, rejos de octopus y chickpeas compuestas. Todavía trato de poner mi cabeza en su sitio, pero las instantáneas del memorable evento ya están listas para aludidos y curiosos.
El rumor del bosque. La fronda, los ramajes, la floresta, JR. ...y el ensimismamiento absoluto.
Entre pláticas y sonrisas.
Las chicas de la noche.
Verbo gomerai y palmensis a partes des-iguales.
Los hermanos y sus circunstancias.
y... Las circunstancias de los hermanos.