Hoy enciendo esta ventana al eterno retorno, cansado ya de este camino polvoriento que atraviesa esa nube de árboles calcinados. Me recuerda a La Carretera, no la de Kerouac sino la de McCarthy, hasta poco me cuesta imaginar al padre y al hijo empujando trabajosamente por alli el carrito de mercamobile, mientras acechan las miradas hambrientas de carne fresca. Me voy a Mi lista de blogs y visito Y así sin mas... donde tenía un comentario pendiente que ver. Luego miro el resto de enlaces 'chivatos' y veo que no hay novedades por el momento. La flor y la mierda sigue mojada y nada hay de un sueño prometido, un sueño viajero desde tierras navarricas, como tampoco hubo hace unos días un comentario del lagarto de dos rabos sobre un escritor de barrio. Esto me recordó la lección de Chéjov sobre el 'buen' escribir y que me contaba el otro día la serpiente emplumada: "si quieres ser universal, escribe de tu barrio". A eso me refería yo también en Tijuana cuando hablábamos de lo global y lo local (no dio tiempo a explicar mucho). Al final, uno siempre termina siendo local, decía, porque es así como son nuestras vidas, siempre asentadas en un 'lugar' y un 'vecindario'. Pero no dejemos que eso nos determine completamente por conocido y cercano, no seamos tan cicateros en la mirada, sabiendo entender que lo uno está formando parte de un todo y solo que lo conocido en profundidad es auténtico y común a todos. Ahí está su grandeza. Los escenarios son necesariamente locales, pero no son ellos un fin en sí mismos sino siempre un medio de verosimilitud para historiar vidas y miradas que van mucho más allá. Hay quien piensa, sin embargo, que por hablar de determinados lugares (siempre afectados por jerarquías y poderes que engendran sus poderosos prestigios y desprestigios) ya se es más o menos universal, y se equivocan. Como se equivocan los que sólo se contentan con sus meros particularismos ombliguistas y creen haber encontrado en ellos la esencia de la felicidad, la plenitud moral del ser.
Y esta tarde no me esperen por Tijuana, otros deberes me lo impiden. Saluten al recién capitaten y demás tripulaten, la próxima tal vez.
martes, 15 de marzo de 2011
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