miércoles, 2 de mayo de 2012

¿Y tú te fiarías?

Comienzo esta entrada con el derrote que me acompaña desde hace unos días, contagiado quizás por el jodido ambiente de este país. Hoy veo que en Sudamérica hay nueva expropiación, a Red Eléctrica le tocó esta vez. Cuando existía Radio Tijuana, recuerdo que también hablábamos de economía cual expertos, jaja. Ya veíamos las barbas del vecino quemar y sabíamos que los próximos éramos nosotros. Y así fue, pero comentaba yo respecto de la poca competitividad de las empresas españolas que gracias a que muchas de ellas se habían expandido en el exterior (luego algo competitivas eran), ahora eso mismo es lo que les proporcionaba cierta estabilidad a pesar de los sombríos horizontes que se cernían en España. El asunto es que a perro flaco todo son pulgas, y ahora parece que hasta esa estabilidad conseguida gracias a la inversión exterior la estamos perdiendo por la vía de las expropiaciones. No es nada nuevo, pues los gobiernos de exultantes populismos nacionalistas (Venezuela, Bolivia, Argentina...) hace ya unos años que lo vienen haciendo, pero que ocurra en los momentos más bajos de la economía (nuestra Bolsa es la de peores registros a nivel mundial) y en la aplicación de las políticas más agresivas para la contención del gasto... La respuesta de nuestros acreedores no se hace esperar, nos bajan la calificación. Es decir, que nuestro dinero nos saldrá cada vez más caro, y por eso Rajoy & Company quiere chuparnos la sangre, para financiarse de nosotros mismos. Creen ellos que así les saldrá más barato, pero se equivocan porque eso detraerá el consumo y con ello la deflación está asegurada. ¡¡Por eso no se fían de nosotros!!
El despido libre dicen que saneará nuestras empresas y mejorará nuestra competitividad como única forma de volver a la senda del crecimiento, pero eso de momento lo que provoca es más paro (ya vamos por 6 millones), más incertidumbre, menos dinero para el consumo, etc. ¡¡Por eso no se fían de nosotros!!
Como en nuestro afán ahorrador nos hemos cargado la investigación (los mejores, los que nos ha costado tanto instruir, ahora huyen de aquí desde que pueden), la bajada de salarios es la única forma de competir. Tal es así que decían hoy que tenemos el salario interprofesional más bajo de !!toda Europa¡¡ ¿Más bajo que los de Grecia, Portugal o Irlanda? me pregunté. Pues sí, más bajo. Y sin salario no hay ni ahorro ni consumo, ¡¡ni recaudación siquiera a la larga!! ¡¡Por eso no se fían de nosotros!!
Ya lo advertía un economista japonés, lamento no acordarme ahora de su nombre, pero sí leídos varios artículos suyos. "Europa está cometiendo los mismos errores que Japón hace veinte años", nos decía, errores que todavía dos décadas después, están pagando con una economía que no acaba de despegar. Eso le pasó a Japón, del que en los ochenta era el país de mayor crecimiento industrial del mundo y un ejemplo a seguir. Él planteaba que ante la crisis hay que invertir más para innovar y reactivar la economía, no recortar, que es lo que provoca el colapso económico. Lo mismito que le está pasando a España. Pero Rajoy lo tenía todo muy claro: '¡que se debe, pues se recorta y ya está!, así de sencillo'. ¡¡Por eso no se fían de nosotros!!
Yo no digo que no se recorte en muchos ámbitos, los fastos del nuevo rico se han acabado, pero... nunca nunca nunca en innovación (educación, investigación), porque ahí está la clave para encontrar salidas. ¡¡Por eso no se fían de nosotros!!
En estos días atrás, también han corrido ríos de tinta sobre un rey cazador de elefantes. Pero el colmo de las estupideces me lo encontré en una tertulia televisiva, cuando una (muy progre y compungida que se creía ella) decía que había estado en Botsuana viendo elefantes y no podía imaginar cómo alguien podía matarlos. No te jode, pues no comas pollo, ni ternera, ni cochino, ni... animal ninguno, que todos ellos también tienen derecho a vivir (que allí la carne de elefante también se come). Y tampoco seas vegetariana porque las plantas... también tienen su cosita. Por cierto, y hablando de plantas, seguro que a la dichosa tertuliana le habrán gustado mucho los bosques encontrados (en fin, algo de fresco y verdor en el paisaje), pues que sepa que los elefantes se los cargan como cosa mala. Un árbol de 50 años no les dura ni un cuarto de hora, en 15 minutos caput, nada, a tomar pol culo. Son unos destrozadores y devoradores tremendos, en un documental lo demostraban, si no fuera por ellos no habría sabana ni muchas inundaciones por el cambio del curso de pequeños ríos, etc. Son los grandes modeladores del paisaje y por ello los creadores también de la diversidad africana. Ahora bien, como haya un exceso de ellos en un lugar, arrasan con todo. Sí sí, ya me dirán que los pobres se han visto acosados y acorralados por la civilización y todo lo demás. Ya, claro, es preferible que no los toquen para que el romántico, nostálgico, idealista e infantiloide urbanita occidental los pueda admirar en sus vacaciones. Pero ¿y los que no tienen vacaciones ni nunca las tendrán porque no se lo pueden permitir, qué?
En fin, que me imagino al rey cabizbajo por los achaques de la edad, por los problemas familiares y la imagen real, por los problemas económicos y políticos de nuestra España... Un rey al que le gusta la adrenalina porque es rejuvenecedora, antidepresiva e iluminadora, todo eso que echa de menos actualmente. Un gigante que se quiere enfrentar a otro gigante, a su propio monstruo y abatirlo. Sí, algo de eso queremos todos. Pero él es un rey y piensa como un rey, qué esperaban. Un rey se dice, ´Coño, pues no aguanto más, me quiero ir de caza. Pero no a cualquier caza, sino a una caza mayor digna de un rey, que es lo que soy, joder. Porque algunos ya me quieren quitar de en medio. ¡Qué se creen! Y es que me lo puedo permitir ¿para qué me pagan tanto?, ¡cojones!' Y así es como tuvo una caída mucho más grande de la que creía, una caída no sólo física, sino moral y política. ¡¡Y por eso tampoco se fían de nosotros!!
Bueno, menos mal que Josep, un arqueólogo catalán afincado en Mérida (México), sale hoy en 'españoles por el mundo' (o algo así), diciendo que no, que el calendario maya no dice que 2012 sea el fin del mundo, sino el final de un ciclo, de uno de sus ciclos mayores, eso sí, pero que al final del ciclo comenzará otro nuevo y ya está. ¡Uf, menos mal! ya me temía lo peor. Lo siento por tí, serpiente emplumada (o no), el mundo todavía no se acabará, sólo su viejo resplandor para comenzar con otro nuevo.
Aguantaremos hasta llegar allá a ver.