viernes, 15 de junio de 2012

¡Qué semanita!



Lo siento, no he podido contestar a determinada entrada de JMª hasta hoy. Entrada eliminada actualmente, por lo que veo. Otros asuntos más importantes requerían de mi tiempo y atención.

Si quieren pongo esta entrada hoy y mañana, y luego también la quito y me desdigo.

Se puede ser injusto sin más y serlo deliberadamente. Se puede manipular sin más y manipular intencionadamente. No voy a perder más tiempo que el de ahora en esta clase de deliberaciones.

Radio Tijuana murió, y al que no le guste... Ahora hay otra propuesta distinta, llevada por quienes van al programa y no se van a dejar mangonear por quien diga esto o aquello. Nadie de afuera va a marcarnos nuestra hoja de ruta. El programa es, y ha sido siempre así, lo que han querido sus tripulantes. Que no les gusta a los anteriores tripulantes (y ahora oyentes), pues nada, una opinión más. Que prefieren los 40 Principales a Concha Buika, bueno, otra opinión más. Que no les interesa ni los clásicos ni la historia de la literatura... mentira, sí les interesa, pero cuando la citan ellos, claro. En fin, boberías al viento. Como esa de que la literatura artesanal es la de los bestseller y viceversa. ¿Al final esa era la argumentación? El primer bestseller americano fue La cabaña del tío Tom, también lo fueron y lo siguen siendo Las aventuras de Huckleberry Finn o Las aventuras de Tom Sawyer. Las novelas de Hemingway, London, Melville también lo fueron en su momento. 1984 de George Orwuell, El amante de Marguerite Duras, Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar, El perfume de Patrick Suskind o El nombre de la rosa de Umberto Eco también fueron bestseller. Y podríamos continuar con con los de ahora, Paul Auster, Murakami, Houellebecq, etc. etc.

El concepto de bestseller no tiene que ver con la calidad literaria, ni para bien ni para mal, solo es una estrategia de la maquinaria de venta de las grandes editoriales porque se lo pueden permitir. Incluso hasta el hacer o aprovecharse de películas para el relanzamiento de la cifra de ventas de una determinada novela. Luego, en rigor, no puede convertirse en una categoría de análisis literario sino comercial. Si queremos podemos dejar que el bosque nos impida ver los árboles, pero yo no puedo pensar con ese cliché tan burdo bestseller=lit. artesanal=lit. prescindible o directamente, mala literatura. En los bestsellers hay mala, regular, buena y muy buena literatura, el resto es puro prejuicio.

Una bestseller que siempre me gustó fue Jean Auel. Si quieres vivir la prehistoria vete a ella. El clan del oso cavernario, un clásico. Por Chitoski conocí a Silver Kane con La dama y el recuerdo, otro autor bestseller... Bueno, mejor no seguir.

En relación a la literatura artesanal (que sigue pautas, géneros, estructuras, formas, temáticas, etc.) también podría pensar que hay muchísimos ejemplos que jamás han llegado a ser bestseller y por ello no creo que deban ser categorizados como buena literatura. El ser o no ser bestseller no te garantiza literariamente nada, sólo vender más o menos, entrar o no en el engranaje del márketing y la distribución masiva. Pero si hay calidad hay calidad (criterio estético, no económico), independientemente de si vendes 100 o 1.000.000.

Como ves en la imagen de entrada, ahí tienes a tu querido Cormac McCarthy y tu celebrada novela La carretera, convertida en bestseller. Y tú presumiendo de que no leías bestsellers.

Bueno, y lo dejo ahí.

...Afortunadamente esta noche, a eso de las 10, tendremos la novedosa propuesta de Luchalibros en la cafetería Atlántico (Plaza España de nuestra querida Capi). Allí estarán unos arriesgados improvisadores dispuestos a asombrarnos mientras compiten para no quedar sin máscara que les proteja, como si no supiéramos que no hay mejor máscara que la quellevamos todos los días al trabajo o a tomarnos el café mañanero.

Por cierto, la otra noche cuando efectivamente el cuervo graznaba con JMª, JMª le entendió perfectamente. Debe ser que también usa ese mismo lenguaje.