martes, 19 de junio de 2012

La Contenta Bar; nacidos para ser salvajes

La Contenta Bar... Así comienza esa película mítica de finales de los sesenta, Easy Rider. De esa manera se llamaba el lugar donde habían quedado Wyatt (Peter Fonda) y Billy (Dennis Hopper) con aquellos mexicanos para hacerse el bisne con la dama blanca. Hace un rato me lo recordaba la Sexta3. Allí los dejé, a esa suerte de Capitán América psicodélico, que era Wyatt, y a esa especie de trampero hippy, a lo Daniel Boone pero sin gorro de piel de alimaña, que era Billy, con sus elucubraciones a la luz de la fogata en aquella noche mágica del desierto californiano (o qué sé yo).

Día de victoria agridulce hoy con la selección española. Pasa, pero con dudas y lamentables inquietudes en su juego. Vamos a ver qué tal el cruce en la siguiente ronda, a ver si me da para alguna clase de épica futbolera, a la que soy tan dado a poco que se dé algún gesto.

Peor fue ayer con el Tete; ni victoria, ni agridulce, directamente antifútbol y nuevamente con la virgen de Candelaria de madre protectora. En fin, algún tiempo futuro será mejor.

El sábado noche tampoco hubo victoria con Castell Young en Luchalibro. Amarga es la derrota cuando aquel texto quizás merecía mejor suerte, pero amigo, la luchadora que le tocó en suerte esa noche… uf, iba a por todas, no te dejaba ni respirar. Le dio tiempo hasta de poner título: “Diagnóstico”. Veredicto inapelable, aunque esta vez el criterio de selección esgrimido levantara más de una sonrisa. ¡Ay, Diooos, los caminos de Elsa son inescrutables!

Más tarde, en The Generator, me encuentro con el amigo sureño J-C, y me comenta que no es muy de mezclar la creación con la competición y el espectáculo. Él es del mundo del teatro, pero siempre acabamos filosofando. Un tipo curioso. Yo le hablo de que tampoco está mal eso de exponerse, de comerte el orgullo, de aflorar tus miserias… Pero luego, pensándolo mejor, tampoco creo que aquello sirviera para eso, muchos ni siquiera improvisaban sino que aplicaban la plantilla preconcebida y ya, como la que se cargó a Castell Young. Pura eficiencia narrativa, sin dudas, sin apenas pensar, sin correcciones, sin pasos atrás ni nada. Todo demasiado perfecto para ser improvisado en cinco minutos, ese sí fue mi 'diagnóstico', y el chivato del backstage me lo confirmó; la chica memorizaba chuleta antes de salir. Brindemos pues por la pantomima. A más de uno lo echaron patrás por no escribir una de las tres palabras elegidas, pero a ninguno por no cumplir con el otro requisito de base: la improvisación. Bueno, de todas formas, con algunos textos improvisados hasta te llegabas a aburrir estrepitosamente. Así que... Cucaracho, ya sabes, aplícate el cuento.

Y mañana martes...

como siempre, en riguroso directo y de seis a siete de la tarde, en nuestro programa La Puerta de Radio Unión Tenerife, estaremos el trío habitual: Juan Royo, Jesús Castellano y quien les escribe. Algo hablaremos de Luchalibro, pero además, tendremos de invitada a Violeta Jojo Verge, especializada en literatura africana anglófona y mujer de un heterodoxo periplo vital que por algún lado saldrá a relucir. Allí nos veremos.

Colibrí, ¿te acuerdas aquella noche sureña en que ya ciegos como chuzos ‘visualizábamos’ el periplo motero de Wyatt y Billy?