Desde que los hermanos regresaron al bosque tijuanero, el punto de encuentro ha cambiado. Mis últimas ausencias me habían mantenido completamente ignorante al respecto. Ya no es el bar de siempre, el bar inefable del enfrentamiento identitario y nacionalista, el bar del DNI extraviado, etc. etc., y nunca mejor dicho por el protagonismo que la propia Policía Nacional tuvo en el asunto. Ahora, sin embargo, me dicen que la cita del 'pre' y el 'post' (cuando se tercia) tiene lugar en la más amplia y moderna avenida 3 de Mayo, por la tasca De Pincho en Pincho, que creo es como se llama. Nada de bares y tabernas a la vieja usanza con sandwich mixto, tele con abono al canal deportivo y amplia barra de acero inoxidable. Ahora se trata de la más flamante y concurrida tasca, con diversidad de taperíos y mobiliario maderil a lo rústico. Lo chic se nos da bien, y, por lo que veo, cuando hay más ganas la ruta continúa bajando sólo un poco más, hacia el hotel Atlántida en cuyo bar-restaurant se respira anchura, tranquilidad y atenta mirada del servicio. Allí degustamos frescos caldos, acompañados, eso sí, por el susodicho sandwich mixto del hermano Roncero. La conversación fácil y amena sobre esto y aquello, hasta permitiéndonos excursos sobre romanticismos y trascendentalismos, Laocoonte y Thoreau incluidos. Seguramente más cosas, pero a estas horas... Sí, hablamos de J&J&J&M, también de otros tiempos, es decir, de la cuadratura del círculo en las letras canarias. ¡Casi ná!
miércoles, 8 de diciembre de 2010
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