lunes, 31 de diciembre de 2012

2013 o lo que vale un pimiento

Para todos aquellos que todavía esperan algo de este bosque, un saludo en este fin de año que se aproxima. Saludos a los Magos del poniente y del naciente, que son todos ellos reyes y sabios. Saludos a los Magos del norte: todos ellos dandis, eruditos y benditos. Porque si son del sur... Los Magos del sur no valemos ni un pimiento a decir de alguno. Con mucho cariño, se entiende, y lo sabemos. Y eso, casualmente, lo digo el día en que biografío las últimas horas de uno de ellos, de un pimiento, me refiero, lo que venía a propósito de un año y de una portada de revista que esperamos como agua de mayo. Y es que hay pimientos y pimientos, pimientos imprescindibles para un buen cocido de gourmet y pimientos de repudio que alegran el buen yantar de comensales menos distinguidos.

...A todos ellos, ellas y elles, que el nuevo sol nos de un nuevo comienzo.

martes, 4 de diciembre de 2012

Tuning art (II)

No entendía por qué no le veían y por qué no hacían algo, por qué no trataban de ayudarme. Hasta que empecé a verme las uñas y la ropa con restos de pintura. Mis propias manos confabulándose con mi perseguidor. Pero qué sé yo de pinturas, si hace ya más de diez años que me juré no volver a intentarlo, a pintar para esa zarandaja de ignorantes, para esos malolientes pijos de mierda que se creen que se las saben todas, que te hablan de tendencias, modas y de todos esos efectos estéticos, de lo más cool. ¡Qué coño sabrán ellos! Sí, hace ya muchos años que los mandé al carajo; un harakiri completo. Todo mi arsenal de pinturas, telas, disolventes y espráis lo mandé al sótano, y allí se pudrirá hasta acabar con esta triste vida que llevo. Abandoné ese mundo de fuegos artificiales por otro, más gris, pero menos patético. Y ahora… de nuevo asediado por la pintura. Pero quién me lo iba a decir, asediado y de qué manera. Mis manos… qué coño harán mis manos para estar así de pintarrajeadas. No no, no puedo seguir así, tendré que encontrarle y hacer que se trague toda esta tortura. Por qué a mí, por qué yo. Eso es lo que debo hacer, acecharle hasta cogerlo in fraganti. Seguramente pinta por las noches, oliéndose por qué lado caminaré a la mañana siguiente. Sí, eso debe ser, por la noche podré encontrarlo tuneando alguna pared, aprovechando mientras cree que duermo. No, esas pintadas no se hacen con cuatro trazos y dos pasadas. No, tardará al menos una hora si tiene bien claro lo que va a hacer, tal vez dos. Pero tampoco voy a poder estar toda la noche vagando por ahí hasta encontrarlo, necesito dormir. Como pierda el sueño sí que voy a acabar chiflado del todo. ―Tiene que dormir sus ocho horas siempre― Me exigía el médico la última vez en su consulta. ―Si no duerme lo suficiente, no habrá medicina en este mundo que lo devuelva a la normalidad― Me insistía.
Si no duerme lo suficiente… Sí sí, ya. Como si eso fuera tan fácil con este ir y venir casi desquiciado, de sobresalto en sobresalto. Todo el mundo me teme o me odia, quizás ambas cosas. Me toman por un chiflado más, pero yo sé bien que ese me las pagará algún día. ¡Ay Dioosss, cuando lo tranque despistado por ahí! Ese día se va a acordar. Quiera Dios que no me ciegue del todo, porque no sé qué podría llegar a suceder.
Hoy me decido a recorrer estas calles a oscuras. Hace frío, después de un día completo de lluvias. El invierno llegó y ha llovido tanto en esta maldita ciudad, que ahora falló la luz eléctrica. Siempre pasa igual, cuatro gotas y todo comienza a fallar; se va la luz, los bajos se inundan, algún muro se desmorona... Ay, la ciudad a oscuras, y yo chapoteando por estas calles, entre los fogonazos de luz de coches y motos que todavía deambulan por el barrio. Camino en busca de ese cabrón, con la rabia apenas contenida por quien ya no encuentra sosiego. Sí, esta noche me decidí a buscarlo todo el tiempo que sea preciso. En algún lugar debe estar componiendo su nueva obra, ese arte macabro que no deja de torturarme desde hace algún tiempo. Sí, esta noche lo encontraré y le daré su merecido. Solo así podré descansar en paz. Solo así podré recuperar mis rutinas, mi miserable normalidad, pero en paz conmigo y con el mundo.
De pronto, un coche que gira en la esquina me ilumina y en el reflejo del escaparate de enfrente veo la figura lúgubre de alguien que porta un cubo grande lleno de espráis y trapos sucios, y una pequeña escalera al hombro, por la que introduce el otro brazo. El hombre se me queda mirando fijamente, parado en la misma posición al caminar. Fue solo un instante de luz y todo volvió a quedar oscuro cuando el coche siguió de largo, haciendo saltar el agua de los charcos que encontraba a su paso. El instante en que el corazón me daba un vuelco y giré hacia atrás. No lo vi. Miraba a un lado y a otro, atrás, adelante, mientras me repetía: ¡Era él, era él…! ¡Al fin le había visto! Era real, era el grafitero que me había estado jodiendo la vida últimamente. Y era extraña su mirada, como si yo estuviera contenido en ella. Como si… como si yo y él… fuésemos la misma persona.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Tuning art (I)

Sí, no lo pude evitar. Comencé a tener claro que alguien estaba tras mis pasos cuando empezaron a aparecer aquellos extraños grafitis por todos los sitios de mis rutas cotidianas. Al principio sólo me llamaban la atención por su crueldad extrema; cortes sanguinolentos en partes sensibles del cuerpo; hojillas y navajas hundiéndose en pezones y uñas, ojos desorbitándose por extraños instrumentos, lenguas bifurcadas o labios colgando entre rojas salpicaduras con un realismo extraordinario. Me los encontraba de forma arbitraria a la vuelta de una esquina o al subir las escaleras de una plaza. Como eso, como quien supiera de mi vida y de mis pasos, adelantándose siempre a lo que haría al día siguiente. No sabía bien cómo interpretarlos; si como una amenaza o como un aviso. Miraba y miraba en todas direcciones, pero nada. Tenía la intuición de que aquella obra de arte no se completaba hasta llegar yo, hasta incluir mi sorpresa o mi incomodo por aquel cuadro. Sí sí, su autor tendría que estar observando mi reacción en el momento de verlos, escondido por algún lado, asomando de algún modo la mirada para deleitarse conmigo ante su obra. Yo mismo era parte de su obra. Pero por qué yo, por qué un ser tan anodino como yo iba a ser objeto de tantas atenciones. El azar, sí, quizás habrá sido eso, tan solo un ser escogido al azar. Fue cuando comencé a descontrolarme otra vez, cuando dejé de hacerle caso a mi médico, a abandonar la vida tranquila y ordenada que tenía que seguir, a dejar de tomar las pastillas en las horas que debía. Pero cómo hacerlo en este estado de alteración que me imponían esas pinturas, el encuentro con ellas cada día. Cómo digerir ese sobresalto en mis paseos por el barrio. Cada vez eran más crueles, más vivas, más reales y turbadoras. Quién será, quién tratará de reírse de mí, de esa manera tan desalmada. Y para qué. Así fue que comenzaron a asediarme sombras y desconfianzas. No quería ver a nadie, ni salir, pero la comida se acababa y las paredes parecían que me enterraban vivo. Tenía que salir y con cada salida una nueva pintada; el estupor donde menos lo esperaba. Toda esa desolación que acudía a mi espíritu. Hablaba, sí, hablaba solo y le veía ya, le veía escondiéndose y riéndose de mí. Y le gritaba, le gritaba con todas mis fuerzas. Y la gente no me entendía. Gritaban ellos también y salían corriendo, huyéndome sin comprender mi agonía e injusticia. ¡Que no, que es él quien tiene toda la culpa! ¡Que es ese maldito loco, que se asoma por allí y por allí… y por allí! Trataba de explicarles, pero de quien tenían miedo era de mí.

viernes, 30 de noviembre de 2012

La Lady y la mierda

En el último mes ya he pisado mierda de perro tres veces, y todas ellas con el pie izquierdo (algo me está queriendo decir esto). El pitoniso de La Maldad dice que eso es suerte, yo, por mi parte, me he cagado en la puta mierda unas cuantas veces. Menos mal que en la de hoy la suela del zapato no había muchos recovecos y con restregarla un poco contra el piso, salió casi todo. Las dos primeras fue un sufrimiento el limpiarlas, y aquello olía que alimentaba. Esta vez ocurrió de visita a Lady Tenerife, una señorita que ya había conocido en otras ocasiones, pero la visión del documental sobre Martín Chirino hace unas semanas o su mención en la presenta de Javier Hdez. Velázquez el pasado viernes en la MAC, me la han recordado nuevamente. Ya veremos qué hay de ello en El sueño de Goslar, lectura pendiente. La obra de Martín Chirino (Premio Nacional de Artes Plásticas de 1980) lo ha ido confirmando como uno de los mejores escultores de este país: espirales, aeróvoros, ladies, cabezas... Todos mis respetos, pues.

Lady Tenerife forma parte de la colección de 'Ladies' que Chirino realizó; como Lady Harimaguada que ha pasado a convertirse en símbolo de la propia ciudad de Las Palmas de G. C. (algún día conoceré personalmente a dicha dama) o Lady Lazarus y Lady Verdigris of the Condor, homenaje a la famosa poetisa americana Sylvia Plath, a quien conoció por medio de su marido, y también poeta, Ted Hughes, según me entero gugleando por ahí. Y, según cuenta el propio Chirino en el documental, nuestra Lady está inspirada en la flor de un árbol que encontró muy representativo de esta ciudad de la Santa Cruz; el tulipero (Spadothea Campanulata o Tulipero Africano o del Gabón). Ciertamente este árbol es muy abundante en los jardines de la ciudad y le provee de una generosa y llamativa floración durante buena parte del año. Si Londres es la ciudad de los plátanos, como ya comenté por aquí una vez, creo que Chirino acertó y Santa Cruz es la ciudad de los tuliperos. Una noche, de regreso ya de madrugada, nos encontramos el coche casi tapizado con estas flores, que le habían ido cayendo encima mientras ronroneábamos Santa Cruz la nuit. La imagen maravillosa de un coche florido con aquellos colores vivaces, aún bajo la luz mortecina de las farolas, nos subyugó y tratábamos de averiguar el nombre del árbol de esas flores prodigiosas; "que es una jacaranda... que no, que es un flamboyán... que no, que es un..." La cosa quedó así hasta que Chirino me enseñó su nombre común, y con él la erudición botánica y su latinazgo beligerante. "...Esa forma y color es la que me dio la inspiración para alumbrar Lady Tenerife", comentaba en el documental de Alejandro Togores.

Hoy, con cámara en mano y rumbo a San Andrés, pasamos casualmente por delante del 'tobogán de las putas', como la bautizaran a raíz de la polémica acción del Ayuntamiento de Santa Cruz con otra de las esculturas que Martín Chirino tiene por aquí, El sueño de los continentes, mutilada salvajemente para el uso carnavalesco de la Plaza de Europa, junto a edificio de Hacienda, Avenida Bravo Murillo. El caso es que restituida y restaurada ya la escultura, hoy tenía un magnífico color amarillo-tierra por la primera oxidación del hierro tras las últimas lluvias (un color efímero, es decir, llamado a desaparecer próximamente a medida que continúe el natural proceso de oxidación, pasando a un menos llamativo rojo parduzco). Hagan algo por conservar este color de ahora ¡Por Diooosss! Inmediatamente cambié la hoja de ruta y le propuse a Jesús iniciar el periplo de Chirino hoy mismo. Primero este inolvidable amarillo de El sueño de los continentes y luego el rojo anaranjado de Lady Tenerife. La cabeza de CajaCanarias y las espirales del Parlamento de Canarias (enrollada y desenrollada) las dejamos para otro día.
Primeras fotos y malas sensaciones; la luz de aquella hora no me era propicia, mejor a la tarde cuando tumbe el sol. Continuamos rumbo al Colegio de Arquitectos. Al café invitó él mientras me vigilaba el coche dudosamente aparcado, lo que se agradece. Llegamos a la segunda parada. Suerte; mientras me pregunto a dónde irá el hombre del paraguas, ralentizo la marcha y ¡bingo! estacionamiento resuelto, manos libres para la sesión fotográfica. La Lady la encontramos con buen aspecto, mejorada (a mi modo de ver) con los aditivos del tiempo; el óxido, los pequeños restos de basura en la hendijas y algunos grafittis de amor. Alrededor... mierda de perro  ...y el que les escribe, pendiente de su mirada fotográfica.

Resultado, ver a continuación:












 
Con otras ladies estuvimos, por el mercado, por el TEA, Miraflores, el puente de Serrador... ladies más carnales, pero esa es otra historia ...sin fotos publicables.


domingo, 25 de noviembre de 2012

Rumiando al corsario conejero

En El corsario de Lanzarote, más que una historia, encuentro dos. Así le decía anoche a Eduardo García Rojas tras interesarse por lo que no me había gustado tanto de la novela de Francisco Estupiñán Bethencourt. Naturalmente la novela tiene muchos valores, algunos ya señalados por el propio Eduardo en su blog y suplemento cultural, así como en su presentación del otro día en la sede de CajaCanarias, y no voy a insistir mucho más en ello. Un género éste, el de la novela histórica, muy poco prodigado en nuestras letras, y en general mayormente dedicado a nuestro buen salvaje guanchinesco o a los más recientes episodios de la Guerra Civil. Sin embargo, hay todo un gran territorio histórico de estas islas que, como demuestra El corsario de Lanzarote, continúa esperando a ser narrado, no solo para mitigar nuestra gran ignorancia de lo que se ha cocinado por aquí en los últimos cinco siglos, sino también como espacio donde recomponer y habitar literariamente nuestro más inmediato backgound cultural. No se trata, pues, solo de entretenimiento y conocimiento, como señalaba el autor en la presenta del pasado miércoles, sino también de un afán literario que trascienda esos ámbitos.

En El corsario de Lanzarote, decía, veo dos historias, es decir, dos novelas distintas, con dos protagonistas bien distintos también, y en medio una fractura literaria que a mi modo de entender no se supo resolver del todo. Seguramente por irresoluble. Una, la de Francisco Sarmiento, hermanastro del Señor de Lanzarote, Agustín de Herrera y Rojas, quien, a su vez, protagoniza la otra de las historias/novelas.

La primera es la del triunfo de la subjetividad de un personaje, Francisco Sarmiento, abatido por la enfermedad y la nostalgia de una tierra perdida, descorazonado por la traición de un hermano al que cedió su libertad a cambio de la de su esposa, según acuerda con el pirata argelino Morato Arráez después de arrasar la isla lanzaroteña allá por el 1586, aunque con la promesa de que Agustín de Herrera pagara prontamente su rescate. Éste es un relato con el desgarro literario del desterrado, del desengañado, del que relata para testimoniar su desdicha cuando ya nada quede de él en este mundo. Éste es el relato del que no es protagonista de la Historia, del que más bien es arrastrado por ella, del que carece de poder para tomar las riendas de los acontecimientos y solo le queda el poder del escribano, de su denuncia literaria, de la plasmación documental de su infortunio y de su particular visión de las cosas.

La segunda es la del triunfo de la neutralidad, la del relato biográfico de una figura, Agustín de Herrera y Rojas, que sí protagonizó la Historia, la del Marqués y Señor de Lanzarote y Fuerteventura, la del cabalgador de Berbería del Poniente, la del principal brazo político de Felipe II en tierra de infieles por las costas atlánticas, la del heredero de uno de los más importantes linajes canarios de la época, los Herrera. Es la del triunfo del relato heroico y aventurero, profuso en detalles y nombres que han sido documentados y forman parte de la historia oficial y académica.

Si bien ambas partes son plenamente literarias, que no digo lo contrario, pienso que en la segunda triunfa más el historiador que el novelista que habita en Francisco Estupiñán, mientras que en la primera nos deja ver más el buen novelista que puede llegar a ser más allá del mero relato de los acontecimientos de que se trate. Dos partes, dos protagonistas y dos novelas con propuestas literarias bien diferenciadas, pues, y yo me atreví a comentarle anoche a Eduardo que quizás la novela que debería haber escrito Estupiñán solo tendría que haber contemplado un único protagonista y hasta una única visión de los acontecimientos, y que no es otra que la del ‘perdedor’ Francisco Sarmiento, alguien a quien la Historia seguramente no tendría reservado ningún sillón de la primera fila, pero que en la novela tendría una memorable revancha. Esa es parte de la magia de la literatura, algo que, a mi modo de ver, bien podrían contemplar muchos de los que se acerquen a este género de la novela histórica en Canarias.

Y con este rumiar me quedo pensando cómo habría sido esa novela que eché de menos, con Sarmiento desde el destierro o desde su querido Lanzarote recordando a ese hermano recién fallecido, que tanto poder logró acumular y que tanto mal pudo causar en su desmedida ambición, traicionando incluso a los de su propia sangre. Pero sin quedar todo ahí, en ese retrato unívoco de su posible malicia, sino también con la imagen cercana de sus victorias y bondades, ofreciendo el perfil de un hombre de su tiempo a través de otro coetáneo, que lo juzga pero no siempre con ojos acusadores, como es lo propio de quien lo conociera tan próximamente y de quien padeciera en sus propias carnes no solo sus devaneos y codicias sino también su amparo y camaradería.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Como si eso preocupara

Por fin liberado de un disco duro obsoleto y aquí me tienen de nuevo. El técnico me dijo que este ordenador tenía una tarjeta gráfica de primera (la segunda mejor del mercado en aquel entonces cuando compré este cacharro), pero un disco duro de mierda (el segundo peor de ese modelo). En fin, ahora con amplia y pulida memoria, y como niño con zapatos nuevos. Y a volar, como alma de córvido que tengo. Pero de los córvidos he aprendido que no se debe volar muy alto, sino aprovechando la orografía y las corrientes de aire, como mejor aliados en el arte del esquive o del camuflaje. Así aprendí del cuervo aquel del mirador de Masca (que tiene nombre, pero ahora no me viene), saltarín travieso, que hace las delicias a turistas y visitantes, mientras se acerca astutamente a la comida para luego elevarla en un periquete a los aires claros de aquel macizo portentoso.

Anteayer presenta en CajaCanarias de El corsario de Lanzarote de Francisco Estupiñán, al que al final del acto nos presentamos como tertulianos radioafónicos (qué azaña) y se animó a estar el próximo martes con nosotros. En ella el autor me aclaró alguna cuestión que me estaba dando vueltas en la cabeza desde que terminé de leer esa novela. Había prometido entrada específica pero eso me va a llevar un rato que ahora mismo no tengo, pues me espera otra presenta (uf, cuánto se escribe últimamente por esta tierra), la de Javier Hernández, con su El sueño de Goslar, en la sala MAC a eso de las 19,00 horas, es decir, dentro de escasos 30 minutos. Mientras tanto, otra novela se me ha atravesado desde ayer a hoy: La Señora. Beatriz de Bobadilla, señora de Gomera y Fierro, de Carlos Álvarez, lo que me está sumergiendo de lleno en el siglo XVI canario. Reflexiones próximamente. Uf, últimamente solo promesas. Hasta dónde he de llegar por esta senda? Como si eso preocupara a alguien. Agur

viernes, 16 de noviembre de 2012

Francisco Estupiñán, Ignacio Gaspar y Graciliana Montelongo; pasado, presente y futuro de las últimas novedades de la literatura más pequeña de este mundo


Francisco Estupiñán Bethencourt con El corsario de Lanzarote, Ignacio Gaspar con Nación de pájaros o desesperación del amanecer y Graciliana Montelongo Amador con La Leyenda de la escritora de Haikus, aglutinan las últimas novedades de este mundo literario isleño. Comenzaremos por el presente, por aquello del valor periodístico de la cosas... esa rabiosa actualidad.

Hoy, viernes 16 de noviembre a las 19,30 horas, en la sala Guasa del Centro Cultural de Los Cristianos (Arona), tendrá lugar la presentación de un esperado libro de poemas de Ignacio Gaspar, Nación de pájaros o desesperación del amanecer. Un autor del que todavía esperamos grandes cosas, a pesar de los años de sequía pública, que no creativa, según él mismo nos confirma. Le acompañarán en la mesa, su editor Anghel Morales García (Ediciones Aguere) y el escritor y crítico Ernesto Suárez, quien destaca que esta obra «forma parte de ese mismo universo literario con el que Ignacio Gaspar se dio a conocer muchos años atrás y, anticipa lo que será su próxima novela, pues se da una conexión estrechísima entre su poesía y su narrativa». Los que ya sabemos de sus valores narrativos en obras como 485 años después del año de la nana (1981) El rejo de la máscara (1984), La mujer y el pájaro (1986) o La mujer que no creía en el espejo (1999), estamos de enorabuena, y los que no... no desperdicien la ocasión. Por allí nos veremos. Prometemos sacar próximamente alguna entrada referida a este evento.

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El futuro comienza en mañana, y mañana mismo, sábado 17 de noviembre a las 19,00 horas, en la Casa de la Cultura de Los Realejos, tendrá lugar la presentación de La Leyenda de la escritora de Haikus, una arriesgada y sugerente obra, en la que Graciliana Montelongo Amador nos lleva de la prosa al verso y del verso a la prosa en un viaje por el antiguo Japón, su naturaleza y mitología, al calor de la sencilla belleza de sus haikus y su filosofía vital. En el acto intervendrán, junto a la autora, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Los Realejos, Adolfo González Pérez-Silverio, el profesor de literatura y licenciado en filología hispánica Juan Jesús Pérez García y el director de Ediciones Aguere, Ánghel Morales García. El libro cuenta con un prólogo de Ernesto Rodríguez Abad y con ilustraciones de la propia autora.

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Por último, el pasado. Un pasado reciente, como es natural hablando de novedades, pues fue el pasado martes, justo antes de entrar al programa radiofónico de Radio Unión, cuando me tropecé en la librería la última novela publicada del Premio de Novela Benito Pérez Armas (la del 2011). Y fue su título lo que más me llamó la atención: El corsario de Lanzarote, de Francisco Estupiñán Bethencourt. Siempre he comentado que buena parte de la historia de estas islas se encuentra en el mar, pero es raro encontrar textos que nos hablen de ella o en referencia a ella, y todavía lo es más en el ámbito narrativo. El mar, sin embargo, siempre fue un personaje principal en buena parte de la mejor narrativa universal, desde la Odisea hasta Moby-Dick o Robinson Crusoe, Los Viajes de Gulliver etc. En todos ellos mar, islas, viajes, aventuras y desventuras, lucha y seducción, en fin, la vida con sabor a cloruro sódico. Por todo ello, procuro no dejar pasar ocasión en que nuestras letras rindan homenaje a tan honorable tradición, y la palabra 'corsario' reune mucho de ella. De otro lado, la propia historia cultural de estas islas, que el contertulio de La Puerta y licenciado en historia, Juan Royo, se encargaba de destacar como un campo inmenso donde ambientar sus novelas. En El fulgor del barranco recuerdo que el mar entre las Islas y África cobraba cierto protagonismo, así como un morito a caballo entre Mogador y Tenerife en los preludios de la Guerra Civil. Así ocurre con El corsario de Lanzarote, pues también navega por esos mares entre las Islas y el continente africano, una novela histórica ambientada, sin emabargo, en el siglo XVI, un par de generaciones después de la conquista isleña para la corona de Castilla.
El mar y la historia, pues, fueron dos poderosos aliados que me ayudaban a devorar las páginas de esta novela. Algo de eso me ocurrió también con El guanche en Venecia de Juan Manuel García Ramos, aunque aquí eché de menos una mejor descripción de los paisajes y paisanajes de la geografía berberisca, algo que mejora con mucho El corsario... de Estupiñán.
La novela de Francisco Estupiñán merece una entrada específica lo que espero hacer en cuanto pueda. Ahora se me hace tarde para coger rumbo al sur, a departir con el amigo Ignacio en la presenta de su nueva criatura. Salú

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Mañana de gangocheos

Efectivamente, el pasado domingo bajé con el de La Maldad a nuestra City de compras, por sus mercados y mercadillos, como él mismo comenta en su 'florida' senda. Pero lo que no dice es cómo mi regateo sobre los libros de a un euro falló estrepitosamente. Con un libro de Ambrose Bierce entre las manos, le decía a la señora que si no lo vendía más barato y ella me contestaba con acento italiano que cómo me atrevía a rebajar tal precio a un libro de un autor como ese. La respuesta me gustó tanto que desistí de otra clase de estratagemas que me proponía urdir para lograr mi objetivo. Mañana de fina lluvia en la capital, por lo que la señora trataba de refugiar su género bajo un gran plástico. Todo ese repeto al libro me conmovió y aunque no compré nada allí, prometo que he de volver sin ánimos de tanto regateo. Todo lo contrario que a otro puesto de libros donde el dueño ni se preocupaba de proteger los libros de las inclemencias de aquel día. "No no, estos libros son de tal calidad que no hace falta ponerles nada, pasarles un pañito para secar la portada y ya está. Como nuevo" decía jocoso a la posible clientela que pasaba. Y no era tonto, pues acudía a las webs de nuestras principales librerías para saber de su valor en el mercado. De uno, por ejemplo, decía que ya ni se podía encontrar, que en la Isla estaba descatalogado. Pues casi nada el hombre, con ese maltrato a los pobres libros, mojándose a pesar de la supuesta gran calidad de su encuadernado, así como ese mercadeo sin recato sobre el valor de cada uno de ellos, me fue desanimando hasta el punto de salir de allí sin querer volver. Que le den al gangochero ese y que el potaje de celulosa (más que libreril) en el que se mueve se le atragante algún día. Peor me fue con el repuesto de la gomilla para mi olla express, pues me costó casi diez euros y cuando llegué a mi casa la fregué dándome cuenta que se me deshacía entre los dedos... Joder con la gangochera de la Recova Azul. Menos mal que el resto del género estaba cojonudo, incluídas esas rodajas de merluza a las que el de La Maldad no le quitaba ojo, o ese pan tiburón sin mata que conseguí por el otro lado. De la gracia del pescadero también podría hablar lo mío, pero lo dejaré así esta vez. En cuanto al tiburón... "ya no sé si mata o no mata, doctol, ahora el Juan Pedro ese del calendario de la panadería, como te tranque..." Y el de La Maldad acercándose a él peligrosamente, porque desde que perdió las gafas a un par de metros ya no ve ni a tres montadas en una camella.

Por otro lado, ya advertía yo este verano que las hormigas estaban desaforadas. El domingo leía en nuestro Dario de Avisos el misterioso éxodo de las hormigas del norte de Tenerife; auténticas balsas de hormigas en el mar se habían visto estos días frente al Puerto de la Cruz. Al suceso le podemos aplicar la explicación que quieran, pero yo sé bien que huyen de uno que se las come vivas cual oso hormiguero, y es que aquí el respeto hay que ganárselo aunque sea a bocados. Tendré que tomar nota.

Por último, destacar las entrevistas hechas este fin de semana al cineasta Costa-Gavras y al escritor Petros Márkaris sobre el descalabro griego. El primero promete nueva película sobre el caso, El Capital, que se estrena a final de mes. Estaremos atentos. Pero de la primera entrevista ahora extraemos un par de guindas:

"Los bancos franceses y alemanes, que están totalmente conectados, animaron a los griegos a comprar y endeudarse. Los griegos compraron a crédito submarinos, coches, relojes..., sin pensar que algún día no podrían pagar. (...) Y claro, para que esto fuera posible, los bancos corrompieron a los políticos; varios ministros griegos, de izquierda y de derecha, están ahora en prisión. Este sistema estuvo vigente más de una década. Se habla mucho de los corruptos, pero nunca de los corruptores.
(...) Quién sabe, todos estos banqueros son personas muy cultas, bien educadas y, sobre todo, muy bien informadas, que conocen perfectamente las consecuencias de sus actos, las catástrofes que causan. Cuando uno es el más rico y el más fuerte cada vez quiere más y domina los mecanismos para salirse con la suya. Hay mucho en juego, pero sabemos poco."

martes, 6 de noviembre de 2012

Otra de radio La Puerta

Y mañana nueva entrega del programa radiofónico La Puerta en Radio Unión Tenerife (en los diales 95.3 y 105,3 FM o en la web http://www.radiouniontenerife.es/).

Esta vez con los contertulios habituales: Jesús Castellano, Juan Royo y el que les escribe, además de un nuevo invitado, el Dr. Ignacio Reyes García, del que conocemos algunos de sus trabajos de investigación histórica y filológica sobre las variantes insulares de las lenguas aborígenes de Canarias. En especial hablaremos de su libro La Madre del Cielo. Estudio de filología ínsuloamazighe, publicado en 2007, así como de sus trabajos posteriores.
Por otro lado, también abordaremos la sugerente estrategia de la aristocracia económica europea, usando a la aristocracia literaria para abordar la actual crisis. Según leo artículo de Gallego-Díaz, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, aprovechó la celebración del Johann Wolfgang von Goethe Festival para disertar sobre Goethe y el dinero, especialmente sobre esa escena de su Fausto, donde Mefistófeles convence al emperador para que eche una firma en un papel, convirtiéndolo en papel-moneda, es decir, en dinero. Aunque bien podría haber ido Weimann por el lado del origen diabólico del dinero, el diabólico Weimann se detiene en la facilidad con la que los ciudadanos creen que se puede imprimir, “al grito de «viva el emperador», corra el vino en las bodegas”. Es decir, se trataba de criticar cualquier iniciativa inflacionista para resolver las desigualdades económicas de Europa y la necesidad de mantener la independencia del Banco Central, ahora en manos del «italiano» Mario Draghi, «ese nuevo Mefistófeles». Ya la prensa amarilla alemana, como el diario Bild, alertaba: “Mamma mía. Para los italianos, la inflación es como el tomate para la pasta”. El semanario Spiegel tampoco se queda atrás: “A los alemanes se les prometió que el Banco Central Europeo se comportaría como un segundo Bundesbank. Mucha gente habla ahora de un nuevo Banco de Italia”. Ahora alguno sugiere contraatacar también literariamente citando al no menos aristocrático de las letras italianas, Dante Alighieri: “Avaro es quien no gasta en lo que debe, ni lo que debe, cuando debe”. Los españoles, ya puestos, también deberían acudir a alguna frase ingeniosa sobre la usura en su escritor más aristocrático, Miguel de Cervantes Saavedra, y su obra más reconocida internacionalmente. Aunque en cuestión de hidalguía literaria bien valdría acudir más a algún clásico griego, de aquellos a cuya maestría estético-literaria se unía el poderoso saber filosófico, como el de un Platón o un Aristóteles. ¿Estarán de acuerdo con este criterio los alemanes? Me temo que mientras los criterios nacionales traten de imponerse a los europeos o éstos últimos traten de entenderse en los términos de los primeros, la cosa no pasará de la mera disputa por el gusto literario de unos y otros. Uf, todo pura ficción.
Pero ojo, ya lo advertía Keynes en ese maravilloso opúsculo Las consecuencias económicas de la paz (no es la primera vez que lo cito en este blog), donde se explica la 2ª Guerra Mundial por las condiciones impuestas a Alemania con el Tratado de Versalles. El propio Keynes participó en él como representante inglés, pero del que dimitió cuando vio qué rumbo tomaba. Y digo «¡ojo!» porque las condiciones que ahora está imponiendo Alemania a Grecia son peores que las de ese Tratado. Y la cosa amenaza expandirse por la rivera mediterránea. ¿O es que los alemanes tampoco son culpables de otorgar dineros con la alegría que los otorgó? En la época de bonanza eso se llamaba «construcción de Europa», pero ahora en época de vacas flacas sólo saben preguntar «¡dónde está mi dinero!». A este «rigor» presupuestario sabemos que solo puede acompañarnos la deflación, y con ella dudo que se pueda seguir pagando en el futuro. ¿Acaso no hace falta algo más?
En cuanto a la La Madre del Cielo y nuestro invitado, trataremos de abordar la interpretación de las famosas inscripciones de la talla original de la Virgen de Candelaria, que como sabemos desapareció tras una gran tormenta desatada en el valle de Güímar a principios del siglo XIX, y que presentaba unas líneas de texto a lo largo de los bordes de su vestimenta, lo que ya describía el dominico Fr. Alonso de Espinosa en 1594, según aparece en su ya clásica obra Del Origen y Milagros de la Santa Imagen de Nuestra Señora de Candelaria, que apareció en la lsla de Tenerife, con la descripción de esta Isla. Sin embargo, hasta ahora nunca había sido descifrado este texto por no obedecer a lengua conocida a pesar de estar escrito en caracteres latinos. El planteamiento de Ignacio Reyes es el de investigar su significado a partir del estudio filológico de un texto que es resultado de la asimilación franciscana (latina) a la fonética aborigen amazig. Desde esta hipótesis el texto encuentra, al fin, acomodo en un contexto de aculturación simbólica aborigen (siglos XIV y XV) por la imposición del nuevo sistema de valores y símbolos católicos.
…Y en este viaje de lo diabólico-dinerario a lo sagrado-virginal, lo literario siempre cobrará relevancia. Qué más se puede pedir.

lunes, 15 de octubre de 2012

Huevos y senos


Es octubre, un mes dorado y adorado por mí desde que comprobé cómo el sol en su amanecer se alineaba totalmente con la orientación de la calle del colegio donde dejaba a mi hija por las mañanas. Una vez, al salir del coche cerca del colegio, mi hija fascinada me decía que yo era de oro. Y en verdad todo parecía cubierto de oro, las hojas secas del suelo, la hilera de árboles, los coches que pasaban, las personas… mi propia hija. El sol nos regaló aquella vez esa visión maravillosa del mundo, un momento dorado y adorable. En los siguientes octubres esas mañanas especiales se repitieron, y ahora esta época del año se ha transformado en una de mis favoritas. Es el mes en que la atmósfera comienza a tener esa ligereza del aire de invierno, al tiempo que conserva aún la luminosidad del verano y las nubes comienzan a poblar los cielos para empezar el olvido del azul claro y monótono de los meses anteriores.
Atrás quedó para mí un verano extraño y lleno de demasiadas emociones, tantas como para dejar de escribir en este blog. Disculpen las molestias, pues, mis sufridos lectores. Todavía sigo en el torbellino, pero ya es hora de salir de la jaula, como alude ese enfant terrible en que se ha convertido mi amigo el de La Maldad. Anoche lo vi claro viendo la película “Wittgenstein” (Derek Jarman), que ponían este fin de semana en el TEA. La imagen de ese querido filósofo encerrado en una jaula y que a su vez contenía otra pequeña jaula en la que se encerraba a un loro, resultó un destello luminoso. No sé el porqué, pero a veces somos nosotros mismos los que nos metemos en la jaula, y cerramos detrás la puerta para evitar futuras tentaciones. La amarga tranquilidad del mundo-isla.
¿Que qué quiero decir con esto? Pues no sé, pero les aseguro que si es posible formular la pregunta, también lo será formular la respuesta, como nos descubrió Wittgenstein. Por mi parte, bastante tengo ya con haber roto este largo silencio bloguero.
…Y no caeré en la tentación de prometer nada que luego no esté dispuesto a cumplir. Así de evasivo me siento todavía. Por el momento, vayan olvidándose de Hopper, aunque me temo que en algún momento volveré a él, una crónica y un ajuste de cuentas que todavía tengo pendiente.
Ahora me quedo con la historia de la bella Jill Love y del camarero Alberto Casillas en la revista Interviú (portada y artículo), los nuevos héroes de este mes dorado; "Si yo tuviera dos huevos y ese par de senos, también me habría desnudado", comenta Alberto, "Tú pusiste los huevos y yo los senos", responde Jill a Alberto durante el reportaje de Interviú. La estrategia de lo inesperado frente a la obcecación policial del 25-S, el anuncio de la nueva era de Acuario concluye Jill, que además de aplacar a las fieras con sus prominencias al aire y devota de la diosa Isis (a quien se encomienda), es actriz, directora de cine y no sé cuánto más. En fin, ya lo presagiaba la americana de “Mucha mierda”, una de las obritas de Nacho Novo en El Generador: ¡Áquarius! ¡Áquaros!... ¡Ácaros!... ¡El ácaro decidirá por ti! ¿Te sometes o no?

martes, 31 de julio de 2012

A propósito de Hopper


Ya llevo varios días hablando con algunos de Edward Hopper, hasta planifico un viaje a la exposición que hay de él en Madrid. No creo que me lo pueda permitir, a no ser que encuentre alguna de esas buenas ofertas que de vez en cuando circulan por ahí (la lotería es del todo improbable, nunca juego).
Me encontré un librito de él en la ciudad de los Adelantados, Escritos es su título, una coqueta edición de la Editorial Elba. Lo leo y me sorprende su acusado nacionalismo cultural, su búsqueda de pintores que remarquen el modo americano de existir, la reacción visual del artista ante su tierra, una honestidad creativa que se desmarque de modas y clichés foráneos, una forma propia y personal de registrar las emociones ante la vida y el mundo.
“Si establecemos el aprendizaje de un maestro como algo necesario, creo que nosotros lo hemos cumplido con creces. Perpetuar una relación de esta naturaleza sólo puede representar una humillación para nosotros. Al fin y al cabo, no somos franceses y  nunca lo seremos, y cualquier intento de serlo es negar nuestra herencia, así como imponernos un carácter a nosotros mismos que nunca pasará de ser un mero barniz.”    “Puede que la cuestión del valor de la nacionalidad en el arte sea irresoluble. En términos generales podríamos decir que cuanto más refleja el carácter de su pueblo más grande es el arte de una nación. El arte francés es buena prueba de ello.”
Supongo que algo de eso consiguió su obra, sin embargo su triunfo también es su fracaso. No sé, pienso que esos cuadros dicen muchas más cosas que su impresión de la vida americana, por algo se ha convertido en uno de sus pintores más conocidos fuera. Quizás, supo captar un modo de existir de la modernidad, algo que va más allá de las fronteras norteamericanas, el ser moderno ante el mundo, la soledad de una vida a pesar de abundancias y comodidades, algo que trasciende sereno y contundente, algo más allá del encuadre, que lleva la mirada a un espacio solo imaginable, difícil de explicar y de pintar, solo sugerirlo ya creo que es bastante.
Al final veo que en esta misma colección, El taller de Elba, hay otro título que me interesa sumamente: Ser escultor, de Henry Moore. Seguramente Javier Hernández habrá dado buena cuenta de él para su última novela, El sueño de Goslar, o al menos eso espero. Ayer leía ese artículo de Javier Rodríguez Marcos en el Babelia sobre la muerte de la novela, “La muerta viva”,  y en él se habla de lo bien que han encajado algunos géneros novelísticos a pesar de la situación de crisis en la novela actual, una batalla que se pierde frente a otras narratividades que van en auge, como la red, la tv o el cómic. En esa diatriba, sin embargo, para algunos es la novela de entretenimiento la que todavía sigue dando la cara, la novela más tradicional, el género negro o histórico, los formatos más reconocibles. ‘Una reacción ante algo que se acaba’ según Eloy Fernández Porta; una forma de defensa entre los que se resisten ‘a aceptar que cultivan un género progresivamente anacrónico’, para Luis Goytisolo. Solo queda un escaso margen para una novela ‘de gama alta’, que ya no experimenta con el lenguaje sino con la estructura.
Volviendo a Javier Hernández, solo espero que haya apostado esta vez por algo de esa ‘gama alta’, por algo que vaya más allá de ese ‘rescate’, a veces hasta rayando lo anecdótico, de los acontecimientos de la historia cultural canaria. Espero que en ella aparezca no solo algo experimental sino algo de la esencia de esa escultura y de ese autor, e incluso, de esa aventura de los popes culturales de los setenta. No, no basta con adornarse de elementos de cierto prestigio para contar una historia ambientada en las islas. Sí, ya sé, el recurso no tiene porqué convertirse en un fin en sí mismo, pero tampoco llegar a ser algo casi gratuito. Si se mete, que sea por algo de verdad o acabaremos por banalizarlo todo, y, peor aún, no habrá fuerza en su narrativa, ni carácter, sino puro deleite esteticista, puro envoltorio. Quizás no sea demasiado tarde para sucumbir del todo, quizás la ‘gran novela’ ya no pueda existir como dicen en el artículo del Babelia, pero quizás sí podamos pensar más allá del mero entretenimiento con un cierto toque de exotismo isleño, más allá del sabor a canariedad. Y lo digo, además, porque ahora amenaza con otra novela donde aparecen Antonio Bermejo y el mundo fetasiano.
Habrá que volver a Edward Hopper, a esa definición del arte como el esfuerzo del artista por comunicar a otros la propia reacción emocional ante la vida y el mundo. Pero ¡de verdad! O terminaremos por pensar que no se tiene nada que decir, solo un cierto bagaje, quizás hasta un cierto dominio técnico.
Ya ves Javier, cada vez te exigiremos más. Así de sedientos somos algunos lectores. Quizás no deberías tener tanta prisa con tu próxima novela, impregnarte hasta el tuétano del mundo de Bermejo y su grupo, dejarla reposar, y trabajarla hasta que coja la densidad adecuada.

domingo, 29 de julio de 2012

Despedida en la radio

Amanecer naranja hoy en el sur. Aire quieto, pastoso como un despertar de resaca. Presagio de una mañana encendida, de regreso a aquellos peores días de un verano infantil. Acaso un verano inventado por la conciencia para ajustar recuerdos. Días de verano necesarios, como lo son esos rayos naranjas de hoy. Un instante para la magia, como dándome un pálpito de confianza, un chorro cítrico que recorre mis venas bullendo aún de felicidad. No todo está perdido, hermano, no todo… No todo.


Me dan ganas de llorar, pero las lágrimas se contienen al borde. Todo se contiene al borde últimamente.


Magnífica foto el otro día 24 de julio, víspera de la gesta en El Castillo. Comprobamos que a Orlando ni placa ni poemita in memoriam. Las placas son otras, viejo, y no vienen solas sino acompañadas de bombo y platillo. Tan solo tres piedras superpuestas, allí, casi de mala manera, pero qué importancia se dan.
Ni siquiera son cuatro callaos de barranco o de marea, nada que ver con el lugar, ni con la historia, con esa historia que dejó al castillo en su sitio, partido y con ese aire de ruina luminosa, dejando ver sus entrañas vacías.
¡Qué sé yo, lo de siempre! Chani ni lo quiso ver. “Llegan aquí y lo invaden todo. Cortan la calle hasta allá, hasta mi casa. Pero qué coño se creen ellos. Y tú sin decir nada en la radio. Es que…”


Sí, cuando ya nos disponíamos a despedirnos de nuestros oyentes hasta septiembre, anunciábamos equivocadamente en La Puerta que el 25 se celebraba el aniversario de la batalla en San Andrés, pero resultó que no, que ni se trataba de esa batallita conmemorativa, ni se iba a hacer al día siguiente sino aquella misma tarde. Menos mal que Chani nos avisó a tiempo, llamando sin recato en medio del programa y rectificamos. Menudos periodistas de pacotilla, me refiero a ellos, a los de aquel titular engañoso que había leído de reojo en la prensa.
En fin, menos mal que luego tuvimos una noche viscoelástica en el corazón de la capi, con un ronroneo insospechado. “Bueno, solo un ratito nada más”.

miércoles, 18 de julio de 2012

Fumata negra

Este fogaje se hace tan denso, que hasta las moscas caen como moscas. El significado acercándose peligrosamente al significante, haciéndose literal. A otra clase de bichos, sin embargo, parece que estos calores los revitaliza y acelera sus metabolismos: anoche nos visitaron una rata (no es la primera vez), cientos de hormigas (tampoco es la primera vez), una serie de otros insectos voladores y nocturnos atraídos por la luz y, como no, la dama de la noche. Estaba hermosa en la madrugada cuando, entre sueños sudorosos, me despertó su inquieto aletear. Ligera y ágil hasta posarse en mi ventana del primer piso. Encendí la luz y no la encontraba por ningún lado hasta que al bajar la persiana apareció allí, grácil, inquietante, exhibiendo su figura casi de mantis religiosa, escrutando el lugar con sus largas antenas.
Cerré la ventana y ella se refugió en el cajón exterior donde se enrolla la persiana. Me costó conciliar nuevamente el sueño, lo reconozco, los ademanes de Chitoski ayer en la radio, y después en Atlantic City (único lugar cercano con aire acondicionado), se me mezclaban con el sudor y el presentimiento de una visita carnal (o al menos dérmica) con aquella bella dama. "¡No, nada de carnalidad! Sólo el camino del dominio y la abstinencia nos llevará a la vida virtuosa y sabia". Lo siento, dama de la noche, no están estos tiempos para enhiestas cabalgaduras, ni para sensiblerías románticas. Son tiempos para la verdad desnuda, quien pueda sostenerla y abrazarla.
En la tarde del lunes, cuando subía por la TF-1, adelanto a un vehículo que en su cristal trasero tenía un cartel de grandes letras: "Rajoy, cobarde y traidor". Durante la mañana me había enterado también que a una diputada del PP (y no era la Fabra) la habían vituperado en pleno centro comercial. El populum se rebela contra políticos que se creen por encima del bien y del mal, iluminados en misión divina. Ya quedan pocos dioses por los que luchar, ni héroes siquiera. Solo buscamos el fin del mangoneo, el camino de los hechos y de la transparencia. Qué menos.

martes, 17 de julio de 2012

Tiempo de bosques quemados

Es tiempo de bosques quemados. El fuego arrasa con todo, carboniza todo aquello que queda a su alcance, liberando fuegos fatuos. Pero quizás no, quizás sean fuegos de purificación, sacrificio necesario, sahumerio isleño de conexión con los cielos. Súplica y sumisión. Pero ahora los cielos están ardientes también, cielos saharianos para recordarnos una vez más a qué geografía pertenecemos y qué horizonte nos cabe esperar. Fuego sobre fuego. Premonición. Sálvese quien pueda, el sol se tiñe de rojo mucho antes de trasponer entre Gomera y Palma.
Da vergüenza que los hidroaviones lleguen dos días después. África nuevamente. No, ni eso, solo una humillación más, discurso bananero, descoordinación y un negocio próspero para algunos mientras los de siempre quedan sin sus sabidurías y recursos consuetudinarios. Espectáculo televisivo al minuto, despliegue de medios tridimensionales, pero como siempre la mejor historia queda sin poderse contar. Trochas y más trochas cortafuegos. El bosque cuadriculado, ingeniería medioambiental; el bosque abandonado, cálculo político con lenguaje de protección civil.
No habrá fuego que alcance tal raciocinio. La purificación deberá esperar.

Muchas más cosas de las que hablar. Libros, película... Uf, me quedaré ahí. Suficiente, me temo, para esta nueva entrada. Comenzaré por lo último y terminaré con las reseñas a Puerto Santo y la crónica a Y la iglesia se topó conmigo.

Me habían recomendado El enigma del cuervo, película de James McTeigue (un completo desconocido para mí, ni siquiera llegué a ver aquella V de vendetta), y la pasada noche del domingo tuve ocasión. Sabía que la peli iba de los supuestos últimos cinco días de vida de Edgar Allan Poe. Hombre, la alusión de su título y la biografía a la que se refería me parecían suficientes ingredientes para no sentir cómo tiraba miserablemente mi dinero. Sin embargo, tengo que decir que la película no va mucho más allá del mero entretenimiento, que ya es algo, pero eché mucho de menos a ese ser genial, atormentado, bebedor y consumidor de opiáceos, y que fue probablemente la razón por la que lo encontraron casi muerto y congelado en alguna calle de su Baltimore natal. Sólo el comienzo tuvo alguna chispa de eso, del resto siempre encontré a un Poe completamente sobrio y racional, más incluso que el propio detective con el que colaboraba. Difícil imaginar a un Poe así de no ser por la angustiosa y brillante prosa de sus últimos escritos; el escritor enfrentado a sus demonios y peor pesadilla, su literatura convertida en realidad. En fin, de todo su desarrollo quisiera destacar tres coincidencias (así me lo recordaron) de aquella historia con la de Mr. Cuervo: el marinero, la sirena y el crítico. En el último caso me hizo especialmente gracia el comentario del director del periódico respecto del crítico (una vez asesinado) y que había sustituido un escrito de Poe. "...Sí señor, él era escritor y también crítico literario. Sí se dedicaba a eso que los malos escritores se dedican." Bueno, menos mal que ahí está Oscar Wilde para contradecirle, en esa pequeña gran obra que tituló La importancia de no hacer nada, con ese delicioso conocimiento (que ahora algunos llamarían dialógico) entre Ernest y Gilbert.

En cuanto a los libros diré que casi me pierdo las reseñas y entrevista de El Perseguidor con motivo de la reciente publicación de la novela de Puerto Santo, toda una desconsideración hacia uno de los comandantes de esta nave radiofónica llamada La Puerta. Durante el fin de semana lo leo y me confirma que la mejor versión de mi crítica fue la que casi improvisé (por fin le hago caso a Víctor) durante la presentación, completamente al margen del texto publicado. Si las fuerzas no flaquean, algún día escribiré esa entrada.

Por último, Y la iglesia se topó conmigo. Autobiografía de un cura insumiso y rebelde, de mi amigo José Miguel. Allí estuvimos, en el sur sanmiguelero, recordando otro tiempo sin dejar de abandonar el presente, sin nostalgias, pero sin olvidar razones y experiencias. Una vida intensa, sin plegarse a hipocresías ni consuelos, tomándola siempre de frente. Ese talante me gustó desde un principio, algo a imitar y a admirar.
Seguramente, de todo ello hablaremos hoy en La Puerta, donde estará como invitado de excepción. Y como siempre, a partir de las 18,00 horas en Radio Unión Tenerife. Allí estaremos.

¿El vino es de Vilaflor? Acerté a preguntarle a la mujer de José Miguel después del acto. Ella entre risas me contestaba que no, que era de La Matanza. Buen vino también, pero... Sí, el vino estaba estupendo, pero a la salida de la Casa-Museo nos encontramos con un control de la policía local. Uf, nos dejan pasar de largo, pero a José Miguel creo que le pidieron hasta el certificado de nacimiento. "No importa, no importa, a un contertulio de nuestro señor alcalde en un acto cultural se le permite una copa. ¡Faltaría más!"

martes, 10 de julio de 2012

Autobiografías

El próximo viernes 13 de julio, en el sur isleño, Casa de El Capitán-San Miguel de Abona, a eso de las 20,00 horas, presentación del libro autobiográfico de José Miguel Izquierdo Jorge, Y la iglesia se topó conmigo.



A José Miguel lo conocí en mi época de Instituto, siendo todavía alegres e indocumentados. Elegíamos la asignatura de Religión antes que la de Ética porque allí no había que hacer tantos trabajos, aunque debiéramos soportar durante todo el curso el proselitismo religioso del cura de turno. Con lo descreídos y ácratas que éramos ya. Además, ¿qué coño era eso de ética? La ignorancia, lejos de llevarnos por el camino de la curiosidad, más bien nos llevaba por esa otra senda del 'más vale malo conocido que...'
Aquel año, sin embargo, nos topamos con un cura excepcional. Desde la primera clase nos puso al día de su situación: cura próximo a dejar de serlo por estar enamorado de mujer chasnera, y con quien estaba dispuesto a profesar ese otro amor terreno y carnal. Aquello sí que fueron unas clases de religión hechas a nuestra medida. Un año estupendo con José Miguel y su gran sentido del humor, un año donde no nos costó nada confesar públicamente nuestras dudas y certezas sobre lo terreno y lo divino. El año en que nos arremolinamos, dentro y encima de su escarabajo para ir a visitar el insólito caso de una virgen que se había aparecido en forma de mancha por el vidrio de una ventana, en aquella extraña casa de la parte baja de Granadilla de Abona. El año en que hablábamos del milagro del Hermano Pedro en el ere próximo al aeropuerto Reina Sofía, al mismo tiempo que hablábamos de las bondades y peligros de la masturbación o del amor libre o de la vida en el Seminario de La Laguna, del celibato, de la jerarquía eclesiástica...
Algo de todo aquello seguramente habrá recogido en su libro y nos recordará en su presentación del viernes. Allí espero estar, con Sonia's Group y Chitoski, que se quiere apuntar (demasiado tiempo sin el sur, eso dice). Tal vez se apunte también Miguel, el arqueólogo-guía, que también nos hablaba la otra semana de una mancha rojiza aparecida en el basalto, cercana a la casa de Amaro Pargo, y adorada por los vecinos cual virgen. Quizás, hasta José Miguel se apunte a verla cuando se lo digamos, en remembranza de aquellos viejos tiempos.

Y esta tarde del martes 10 de julio... como siempre, programa radiofónico La Puerta, de la FM 105.3 y a través de la web http://www.radiouniontenerife.com/ a eso de las 18,00 horas. Allí estaremos de tertulia durante una hora.


lunes, 9 de julio de 2012

Humores y crónicas

Lunes crónica, lunes memoria, lunes pantalla sin ganas de humor. Humor vítreo, acuoso, expandiéndose por los intersticios corporales. Agallas de cherne salado, agitándose, consumiéndose, amoratándose, buscando hasta el último reducto molecular, atómico, infinitesimal. Una enseñanza por estudiar, una lección sin aprender.
La vida, indomable e imprevista.

En el ciber me machaquea todavía el 'no hay dos sin tres'. Lengua cibernética de ritmo y discurso repetitivos, que se vacía sin remedio, escapándose entre las manos como el líquido elemento insípido e incoloro, fuera de lugar. Esa música que vacía mentes y apetitos. Las noticias de la derrota siguen sin vislumbrar luz en lontananza. La tormenta nos persigue, a perro flaco todo son pulgas, ya se sabe. Y no creo que encontremos imagen salvadora como dicen le ocurrió a uno de los bajeles del corsario Amaro Pargo en medio del atlántico, rumbo a las islas de la fortuna. No hay dioses a los que encomendarse, y el peor de todos ellos es el dichoso euro. No, digo mal, la dichosa prédica bananera a la que todavía nos quieren someter. Hoy es sí, mañana es no. Hoy esperanza, mañana caramelo en boca ajena. ¿Pero qué juego es éste? Así es la agonía de este vivo muriente. El cherne picó el anzuelo y lucha, lucha creyendo escapar, pero solo es una pausa estratégica, una espera del que ya sabe que va a ganar, una lucha que se alarga para el agotamiento necesario. Sin agotamiento, no hay entrega placentera.

Picamos, solo nos cabe esperar que el pescador no sea profesional, sino deportivo. Sí, como en esos reportajes en que al pescador solo le interesa la foto de la victoria, y luego devuelve dulcemente al agua la pieza capturada. El símbolo, la metáfora, el sometimiento, la humillación. ¿Será así la tercera guerra mundial? ¿estaremos ya inmersos en ella?, sin enterarnos, sin muertes, sin sangre, sin honra, sin heroísmo, sin épica... Al derrotado solo le cabe el agridulce sabor de su libertad vigilada, de su engorde para una foto posterior, una nueva captura, mejor, más espectacular, de mayor entrega, de mayor humillación.

...Y mañana hablaremos del miedo, del miedo de Puerto Santo y su cherne volador, aquel pescador sí era de la vieja escuela; no tuvo consideración con el gran peje, ni aunque hablara. Y también habrá que hablar de Las Criadas de Profetas del mueble bar, una obra sin concesiones. Otras crónicas, otras memorias desmemoriadas, otras historias necesarias para este bosque desangelado.

viernes, 6 de julio de 2012

Eventos




Esta mañana liado con reseña de Puerto Santo, la reciente novela de Juan Royo publicada por Idea-Aguere. A estas alturas, reseña terminada, corregida y enviada para que asome a la luz en el periódico decano, con permiso de Eduardo, gobernador de la últimamente renqueante nave interestelar El Perseguidor. Y mañana a eso de las 20,30 horas, presentación de la mencionada novela en el Ateneo Miraflores de nuestra querida Capi. Quedan tod@s invitad@s.

Ahora con esta entrada para darle un poco de oxígeno a este bosque maltratado...

...Y esta tarde, también a eso de las 20,30, Las Criadas en el Guimerá, en personal versión de Profetas de mueble bar, que celebra su treinta y tres aniversario, todo un regalo a una trayectoria de uno de los basamentos del teatro isloteño. Magnífica obra de Jean Genet, donde dos sirvientas que aprovechan las ausencias de la señora para ponerse sus ropas y joyas, y así jugar a ser la señora y la criada. El teatro del teatro, la teatralidad midiéndose a sí misma, en una tragedia vuelta trama policial y basada en hechos reales: el famoso crimen de las hermanas Papin.


Y qué más le puedo pedir a este viernes curturá, quizás terminar con un dulce ronroneo por la inmediaciones, mientras hablamos del bien y del mal, como si de dioses olímpicos nos tratásemos. Ay, qué vida ésta. Allí nos veremos.

martes, 3 de julio de 2012

Desvelamientos

...detrás de cada insinuación

se desvela algo que podría ser escrito

Así comienza Alberto Linares en la sección de poesía del volandero cultural La Gatera-Jul·2012. Y así es este blog, mal que le pese al lagarto sureño, siempre a la espera de insinuaciones que desvelen algo, y que solo a veces escribo. Lo dejo en manos del azar, pero quizas no, no del todo. Quizás sea una espera calculada, al acecho, como de ave oportunista y rapaz.

Me preguntaban el otro día qué era eso de una novela 'redonda'. La pregunta venía en relación a la crítica que le había hecho Eduardo García Rojas a la nueva novela de Juan Royo, Puerto Santo. Ayer también vi algún titular llamando a La Roja una selección 'redonda'. Es obvio que lo redondo alude a perfección sin fisuras, a completa armonía entre las partes, a argumentos de peso específico y demás. Ahora bien, en qué se traduce todo esto cuando hablamos de novela. Esta cuestión se me antoja mucho más escurridiza que el propio significado genérico de la expresión. Seguramente era eso a lo que se referían con aquella pregunta, y que algún incauto podría haber considerado de entrada como más o menos 'chorra'. Así es, pues, lo que en un principio es simple acaba mostrándose enmarañado, lo aparentemente claro y cristalino se torna en algo difuso y lo unívoco y autoevidente en complejo y diverso. Naturalmente, podremos encontrar un amplio consenso en muchas obras clásicas para denominarlas así, novelas redondas, pero los márgenes son demasiado amplios como para estar siempre de acuerdo con los epítetos atribuidos al resto de obras, y esto es así cuanto más contemporánea sea. Demasiada subjetividad en la atribución de valores literarios y tal vez demasiada comodidad a la hora de resolver determinadas cuestiones, demasiado lugar común para finiquitar rápidamente el análisis. Demasiadas prisas, también.

Pienso que el Puerto Santo de Juan Royo tiene mucho más peso literario del que parece a primera vista, y no debiera extenderme aquí so pena de repetirme el próximo sábado, 7 de Julio, donde Juan me invita a participar en la mesa de su presentación, en el Ateneo Miraflores de nuestra querida Capi, a eso de las 8,30. Siendo una pequeña obra de humor negro y picaresca donde el cúmulo de despropósitos y cobardías coloniales en una isla del Atlántico, que nos llevan al terreno de la pura elucubración histórica, finalmente se muestra como una corrosiva y pesimista visión de la política y de las principales instituciones sociales, que trasciende la mera localidad para hablarnos nuevamente de la naturaleza humana y su gobierno. Por otro lado, la elección de los personajes y de los acontecimientos en los que se ven envueltos, adquiere tintes del mejor humor crítico de la narrativa isleña, en la línea de un Víctor Doreste, por ejemplo, con su deliciosa novela Faycán. Memorias de un perro vagabundo; o del mejor esperpento canario de República bananera, de Alonso Quesada.

Hoy, nuevo martes de radio. Cuántas cosas han pasado en esta semana, cuántas cosas para escribir y que me temo quedarán ahí hasta que el olvido las desaparezca del todo. Cosas como aquella pequeña tertulia improvisada a la salida de la MAC, donde se había presentado No es la noche, de Carlos Cruz. Eduardo sacudiendo la cabeza cuando hablaba del futuro de El Perseguidor, Ramallo dando noticias sobre Cucarachas con Chanel, Pablo y yo acordándonos de la polémica entre Mellini y González Jerez, Jesús abrumado por la palabras de elogio de Eduardo ...

... O de Francisco el Machango, cantándonos un rap en El Faro, la otra noche. Puro lenguaje corporal en medio de la canción. "Primo, estoy en forma. Uf, mira, mira, estoy de puta madre pa los cuarenta y cinco tacos que tengo" Y hacía un ruido gutural que sonaba como un ronquido en medio de las risas y de la conversación. Enseñoreando su morena piel, llena de tatuajes carcelarios, y aquel ademán como de capoeira en medio de la celebración de la marea roja. Un planeta en sí mismo, con sus propios movimientos de traslación y rotación. Satélite de nadie o, al menos, queriéndolo demostrar a cada paso.

Y así, detrás de cada quiebro, una insinuación, un algo que se desvela y aparece pletórico de sentido mientras las alimañas del tiempo comienzan a devorarlo. Solo escribir es la salvación.

O no.

lunes, 2 de julio de 2012

Entre el 2 y el 3

Hoy todavía bajo el inevitable influjo de la marea nacional futbolera. Qué le vamos a hacer. Leo la prensa y casi toda ella es pura loa a los tricampeones. Nada de análisis, solo exaltación, tiqui-taca y demás. Nada de epopeya o algo que rescatar para una épica que ennoblezca al puro acontecimiento. No, todo muere en el propio acontecimiento, regodeándose en sí mismo, nada que lo trascienda a otro orden de cosas. Quizás a una cierta épica de la existencia, a un despliegue del conocimiento o a una forma de triunfo de la voluntad sobre la arbitrariedad. Pero nada, a lo sumo una secuencia histórica de la participación en las distintas competiciones. Si acaso Manuel Rivas, pero busco a Valdano como filósofo futbolero y no lo encuentro. Y tras el derrotismo consuetudinario que olvidaba incluso la eurocopa conquistada por Marcelino en el 64, ahora la euforia actual, que también abunda en aquel olvido. Nada existió antes del tricampeonato, como ese poderoso brillo de las estrellas que no deja ver otros planetas que orbitan por sus cercanías, por gigantescos que sean. Una ceguera que olvida lo más importante, que comienza donde el brillo estelar no alcanza. Qué fácil es quedarnos con el relumbrón, con la sobreabundancia emotiva, con la marea roja que toma las calles. Entre ritmos de pasodoble y olés de banderas-capote al pasar los coches, que así estuve yo anoche. Calles colapsadas henchidas de orgullo e identidad futbolística. Esto somos, sí, esto es lo que somos, no lo otro, lo que no queremos ver, ni recordar, ni reconocer, ni asumir. Alegría-símbolo, júbilo-metáfora, pura marea desatada tanto en el extraordinario alborozo como en lo trágico asombroso.

Contra Portugal se habían desatado todas las alarmas de una selección que no acababa de tener un juego brillante, a pesar incluso de Francia. Muy rácana de cara a la portería contraria, tan rácana que parecía que tomaba el medio como un fin en sí mismo. ¿Será posible que el tarro de las esencias se hubiera vaciado del todo? me preguntaba yo mientras muchos alegaban sobre si nueve verdadero o falso. Luis Aragonés, sin embargo, dio en la clave ayer en una entrevista: a la selección lo que le falta es velocidad, velocidad en la combinación. Pero la velocidad no es un problema técnico para estos jugadores, es un problema de claridad mental. ¿Será, pues, eso mismo lo que le pasaba a esta selección? Una claridad que quedó muy en entredicho ante Portugal.

Ante Italia se les veía muy distintos, con afán de revancha, de revancha ante sí mismos, sabiendo en qué habían fallado, como la necesaria lección previa para aprobar en la cita final. Así fue, y Xavi Hdez. volvió a tomar la batuta, y los tortuosos caminos se convirtieron en autopistas que aprovechaban hasta delanteros insospechados como Jordi Alba.

Al final, el espejismo resultó ser Portugal, un espejismo lleno de cansancio, casi seguro, por la rocambolesca organización de tener que ir a entrenar a Polonia cuando se estaba en Ucrania, para luego tener que volver a Ucrania a jugar ese partido. Y todo ello cuando los portugueses disponían de dos días más de descanso que los españoles. En fin, y la UEFA empeñada en expandir el campeonato a toda Europa en la próxima edición. A ver cómo se come todo esto cuando llegar hasta Kiev fue toda una odisea.

Y el espejismo, la mejor estrategia para pillar desprevenida a una Italia que se sentía ya superior después del partidazo contra la otra favorita, la Alemania de Ozil. Solo un viejo zorro como Del Bosque sabía la trama urdida. Pero estuvo a punto de costarnos un disgusto.

viernes, 29 de junio de 2012

Entre lo divino y lo terreno

Hoy de nuevo por aquí, por este bosque cada vez más calcinado. No, no lo pude evitar. Demasiadas cosas bullendo en la cabeza. Quizás sea el sopor del ronroneo aldeano de La Maldad, el sopor de una tarde después de las emociones de una excursión pirática a lo que queda de la casa de Amaro Pargo, pero de eso hablaré luego. Una Maldad que se ha quedado sin el totem del Super Chicha. Una Maldad que echará de menos a ese puño cerrado, entre amenazante y protector, como diciendo: "¡Cuidado, si eres de los nuestros cobíjate, pero como seas de los otros... ni te acerques, porque descargaré todo mi peso sobre ti!" Ángel protector, ángel exterminador. La doble cara de toda moneda que se precie, del ser binario que se mueve sin medias tintas. "¿Y tú, con quién vas, con ellos o con nosotros? Esto es la guerra, muchacho. Espabílate, ¿con ellos o con nosotros?, y no me vengas con más monsergas. ¿Con ellos o con nosotros?, así es este mundo, y el puño del Super Chicha lo santificará". Bueno, ya no, ahora será distinto. Ya no hay Super Chicha... Pero ten cuidado, muchacho, el puño cerrado lo sigo viendo en las miradas del bar de Ibrahím.

Una mañana de emoción y extravíos, cuando nos dirigíamos a la casa del corsario Amaro Rodríguez Felipe, más conocido por Amaro Pargo, corsario o pirata, según quien haga el cuento; las líneas siempre acaban siendo difusas tanto para el que las vive en primera persona como para el amanuence de turno. Una gran casona del s. XVIII actualmente en un lamentable estado ruinoso, a pesar de haberse conservado relativamente bien hasta los años sesenta. LLevo algunas fotos antiguas para hacernos idea de lo que allí había antes de tan demoledora rapiña. Dicen que todo comenzó cuando se extendió el rumor de que por allí había enterrado un fabuloso tesoro, restos de las riquezas del pirata. Se picotearon los terrenos aledaños y los muros de la casa, pero el tesoro nunca apareció. Luego se continuó con el desmantelamiento de las apreciadas maderas de tea que componían pisos y techumbres, así como de puertas y ventanas. Algunos elementos de valor como un artístico brocal de piedra tallada, también desaparecieron. Éste, en concreto, fue encontado en el jardín de un chalet de la zona, y también me dicen que el Museo de Historia de La Laguna tuvo que comprarlo en su día para su 'conservación'. En fin, lo que fue fruto de la rapiña, con la rapiña perecerá. Eso hasta sería de esperar, pero... que se premie de esa manera al moderno pirata de turno...  Pues nada, el supuesto tesoro enterrado resultó ser cierto, era la propia casa. Algunos sí que lo supieron ver.

Dicen que en la Calle de la Santidad y el Pecado hay un cuento de un tal Marcelino Rguez. Marichal, titulado "Un corsario enamorado". En él se habla de los amoríos del capitán Amaro Pargo con sor María de Jesús, la monja incorrupta de La Laguna. Ese sí que es un cuento largo, como para una buena novela de aquellos canarios que tomaron al gran Atlántico como un pequeño charco donde echar sus cartas bajo la mejor protección posible; el poderoso amor de una doncella entre lo terreno y lo divino.

Así, cualquiera.

Y hasta más ver. Otro día sigo (me llaman con insistencia para ver la presenta de Carlos Cruz con su nueva novela No es la noche, último título de los G21, allá abajo en la MAC, hacia el centro pulmonar de nuestra querida Capi)

martes, 19 de junio de 2012

La Contenta Bar; nacidos para ser salvajes

La Contenta Bar... Así comienza esa película mítica de finales de los sesenta, Easy Rider. De esa manera se llamaba el lugar donde habían quedado Wyatt (Peter Fonda) y Billy (Dennis Hopper) con aquellos mexicanos para hacerse el bisne con la dama blanca. Hace un rato me lo recordaba la Sexta3. Allí los dejé, a esa suerte de Capitán América psicodélico, que era Wyatt, y a esa especie de trampero hippy, a lo Daniel Boone pero sin gorro de piel de alimaña, que era Billy, con sus elucubraciones a la luz de la fogata en aquella noche mágica del desierto californiano (o qué sé yo).

Día de victoria agridulce hoy con la selección española. Pasa, pero con dudas y lamentables inquietudes en su juego. Vamos a ver qué tal el cruce en la siguiente ronda, a ver si me da para alguna clase de épica futbolera, a la que soy tan dado a poco que se dé algún gesto.

Peor fue ayer con el Tete; ni victoria, ni agridulce, directamente antifútbol y nuevamente con la virgen de Candelaria de madre protectora. En fin, algún tiempo futuro será mejor.

El sábado noche tampoco hubo victoria con Castell Young en Luchalibro. Amarga es la derrota cuando aquel texto quizás merecía mejor suerte, pero amigo, la luchadora que le tocó en suerte esa noche… uf, iba a por todas, no te dejaba ni respirar. Le dio tiempo hasta de poner título: “Diagnóstico”. Veredicto inapelable, aunque esta vez el criterio de selección esgrimido levantara más de una sonrisa. ¡Ay, Diooos, los caminos de Elsa son inescrutables!

Más tarde, en The Generator, me encuentro con el amigo sureño J-C, y me comenta que no es muy de mezclar la creación con la competición y el espectáculo. Él es del mundo del teatro, pero siempre acabamos filosofando. Un tipo curioso. Yo le hablo de que tampoco está mal eso de exponerse, de comerte el orgullo, de aflorar tus miserias… Pero luego, pensándolo mejor, tampoco creo que aquello sirviera para eso, muchos ni siquiera improvisaban sino que aplicaban la plantilla preconcebida y ya, como la que se cargó a Castell Young. Pura eficiencia narrativa, sin dudas, sin apenas pensar, sin correcciones, sin pasos atrás ni nada. Todo demasiado perfecto para ser improvisado en cinco minutos, ese sí fue mi 'diagnóstico', y el chivato del backstage me lo confirmó; la chica memorizaba chuleta antes de salir. Brindemos pues por la pantomima. A más de uno lo echaron patrás por no escribir una de las tres palabras elegidas, pero a ninguno por no cumplir con el otro requisito de base: la improvisación. Bueno, de todas formas, con algunos textos improvisados hasta te llegabas a aburrir estrepitosamente. Así que... Cucaracho, ya sabes, aplícate el cuento.

Y mañana martes...

como siempre, en riguroso directo y de seis a siete de la tarde, en nuestro programa La Puerta de Radio Unión Tenerife, estaremos el trío habitual: Juan Royo, Jesús Castellano y quien les escribe. Algo hablaremos de Luchalibro, pero además, tendremos de invitada a Violeta Jojo Verge, especializada en literatura africana anglófona y mujer de un heterodoxo periplo vital que por algún lado saldrá a relucir. Allí nos veremos.

Colibrí, ¿te acuerdas aquella noche sureña en que ya ciegos como chuzos ‘visualizábamos’ el periplo motero de Wyatt y Billy?

viernes, 15 de junio de 2012

¡Qué semanita!



Lo siento, no he podido contestar a determinada entrada de JMª hasta hoy. Entrada eliminada actualmente, por lo que veo. Otros asuntos más importantes requerían de mi tiempo y atención.

Si quieren pongo esta entrada hoy y mañana, y luego también la quito y me desdigo.

Se puede ser injusto sin más y serlo deliberadamente. Se puede manipular sin más y manipular intencionadamente. No voy a perder más tiempo que el de ahora en esta clase de deliberaciones.

Radio Tijuana murió, y al que no le guste... Ahora hay otra propuesta distinta, llevada por quienes van al programa y no se van a dejar mangonear por quien diga esto o aquello. Nadie de afuera va a marcarnos nuestra hoja de ruta. El programa es, y ha sido siempre así, lo que han querido sus tripulantes. Que no les gusta a los anteriores tripulantes (y ahora oyentes), pues nada, una opinión más. Que prefieren los 40 Principales a Concha Buika, bueno, otra opinión más. Que no les interesa ni los clásicos ni la historia de la literatura... mentira, sí les interesa, pero cuando la citan ellos, claro. En fin, boberías al viento. Como esa de que la literatura artesanal es la de los bestseller y viceversa. ¿Al final esa era la argumentación? El primer bestseller americano fue La cabaña del tío Tom, también lo fueron y lo siguen siendo Las aventuras de Huckleberry Finn o Las aventuras de Tom Sawyer. Las novelas de Hemingway, London, Melville también lo fueron en su momento. 1984 de George Orwuell, El amante de Marguerite Duras, Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar, El perfume de Patrick Suskind o El nombre de la rosa de Umberto Eco también fueron bestseller. Y podríamos continuar con con los de ahora, Paul Auster, Murakami, Houellebecq, etc. etc.

El concepto de bestseller no tiene que ver con la calidad literaria, ni para bien ni para mal, solo es una estrategia de la maquinaria de venta de las grandes editoriales porque se lo pueden permitir. Incluso hasta el hacer o aprovecharse de películas para el relanzamiento de la cifra de ventas de una determinada novela. Luego, en rigor, no puede convertirse en una categoría de análisis literario sino comercial. Si queremos podemos dejar que el bosque nos impida ver los árboles, pero yo no puedo pensar con ese cliché tan burdo bestseller=lit. artesanal=lit. prescindible o directamente, mala literatura. En los bestsellers hay mala, regular, buena y muy buena literatura, el resto es puro prejuicio.

Una bestseller que siempre me gustó fue Jean Auel. Si quieres vivir la prehistoria vete a ella. El clan del oso cavernario, un clásico. Por Chitoski conocí a Silver Kane con La dama y el recuerdo, otro autor bestseller... Bueno, mejor no seguir.

En relación a la literatura artesanal (que sigue pautas, géneros, estructuras, formas, temáticas, etc.) también podría pensar que hay muchísimos ejemplos que jamás han llegado a ser bestseller y por ello no creo que deban ser categorizados como buena literatura. El ser o no ser bestseller no te garantiza literariamente nada, sólo vender más o menos, entrar o no en el engranaje del márketing y la distribución masiva. Pero si hay calidad hay calidad (criterio estético, no económico), independientemente de si vendes 100 o 1.000.000.

Como ves en la imagen de entrada, ahí tienes a tu querido Cormac McCarthy y tu celebrada novela La carretera, convertida en bestseller. Y tú presumiendo de que no leías bestsellers.

Bueno, y lo dejo ahí.

...Afortunadamente esta noche, a eso de las 10, tendremos la novedosa propuesta de Luchalibros en la cafetería Atlántico (Plaza España de nuestra querida Capi). Allí estarán unos arriesgados improvisadores dispuestos a asombrarnos mientras compiten para no quedar sin máscara que les proteja, como si no supiéramos que no hay mejor máscara que la quellevamos todos los días al trabajo o a tomarnos el café mañanero.

Por cierto, la otra noche cuando efectivamente el cuervo graznaba con JMª, JMª le entendió perfectamente. Debe ser que también usa ese mismo lenguaje.

lunes, 11 de junio de 2012

Advertencia: "Cuervo, estás a punto de que tus lectores/as te manden a freir chuchangas (y perdón por el grancanarismo)". Yo agacho la cabeza y salgo de allí pitando. Novelerías por todos lados. Y qué, esta quemada nave camina al son que yo quiera, pero mis oídos todavía no están sordos del todo. Tiene usted toda la razón.

Sí, siempre demasiadas cosas que contar y poca la templanza o el respiro necesarios. Y cómo cuesta escribir a veces. Quizás mejor ni pensar, solo centrarse en el fluir del arroyo cotidiano, que todo vaya cayendo por su propio peso, que discurra todo con cierta naturalidad, a pesar de los arrastres de fondo o precisamente por ellos. Sí, una forma de dejarlos atrás.

El otro martes Juan Royo me tuneó adecuadamente el ejemplar de su nueva novela Puerto Santo. Una novela que se presenta con un totem volador que nos vincula, en los trasuntos de su intrahistoria, a los comandantes de esta nave radiofónica llamada La Puerta. Pero de eso ya hablé algo en su momento, en otra entrada más atrás. Ahora de lo que hay que hablar es de la novela, de esa historia que te mete de lleno en una isla desvalida ante la zozobra final del imperio español. Una isla a la intemperie tras la guerra con el nuevo imperio que florece al otro lado del Atlántico. Tras Cuba y Filipinas... por qué no Puerto Santo.



Una historia con aires grotescos en medio de la desbandada en la ciudad que creció al socaire de su puerto principal. Personajes escogidos entre el populacho y entre la alta suciedad (que diría Calamaro), personajes como sebastián el pescador y su mujer Candelaria la Triste, como el guardia Ballesteros, Teófilo el sepulturero o Margarita la Flor, la única prostituta que se quiso quedar aduciendo que los americanos eran rubios y guapos... 'El negocio está en quedarse'; personajes como el alcalde Sansón, Don Poncio el gobernador o el marqués de Cartaya, que huyen como miserables, llevando a buen recaudo sus bienes, cuando tratan de convencer al resto para que se queden, esgrimiendo que la invasión es una patraña.
En fin, en lo que llevo leído (todavía voy por el tercer capítulo), una narrativa ágil, artesanal, pero vibrante en el esperpento de la histeria colectiva. Vamos a ver en qué para todo esto.

...Y paró (ya he terminado de leerla) en una estupenda y divertida novela. Como si se tratara de una versión en negativo del Bienvenido Mr Marshal berlanguiano. Sí, puro esperpento español, pero esta vez en la huída de un pueblo ante la posible llegada de los americanos. Situaciones para un humor corrosivo que pone al destape las arbitrariedades del poder y sus jerarquías (civiles y religiosas); la dudosa pompa con la que tratan de justificarse y el poderoso egoísmo que esconden.

Por último, recordar que el camarote de nuestra nave radiofónica estuvo lleno el otro día con las invitadas Asunción y Luisa (por fin nuevamente voces femeninas en La Puerta). La primera como productora de Teatro en Canarias y la segunda como gestora del teatro Ángel Gimerá, es decir, dos ejecutivas del espacio teatral de esta ciudad. Un rato entretenido con ellas hablando de sus programaciones y algo de la tramoya que esconde este escenario. Chitoski ofreciéndose como nuevo y reluciente crítico teatral de esta ciudad, y parece que la cosa puede cuajar porque el viernes nos llama Juan Royo para decirnos que tenemos nueva invitación para la sesión de boleros, con María José Cámara. En fin, esperaremos qué nos cuenta Chitoski de "Sueños de Bolero", a ver si vale lo que hubiera costado las entradas. Por mi parte, prefiero hacer crónica de El Veneno Crew, un grupo lagunero de rap, que actuará a las 21 hrs. el próximo jueves 21 de junio en el nuevo Espacio Guimerá Música (3ª planta, entrando por el lateral de la vía férrea), un nuevo espacio del que no tenía noticia alguna. Así que, ¡rap en el Guimerá! quién lo hubiera dicho.