Bueno, hoy Tijuana de nuevo. Dicen que de la tierra el cordero y de la mar el mero. Pues eso, el mero jefe, en su despliegue y amplitud de fauces, se comió al peje pequeño y sustancioso de la canción de Sotiria Leonardou. Espero que no se le indigeste. Se ve que despojado de las radio-lecturas ansiaba entrar de lleno a la gerencia y reparto de la manija. JMª (también ansioso al comienzo) preguntaba luego en Atlantic City que quién era el jefe ahora. Como si eso le hubiera preocupado alguna vez. Bueno sí, alguna vez sí.
La invitación hoy a Ánghel y su antología G 21 fue todo un acierto; dio juego al debate y a la discusión de ideas, un programa ágil, literario, entretenido y con cosas que decir por parte de todos. Más aire fresco para la frontera comanche. Tendré que preguntar a alguna oyente para confirmar vibraciones.
En Atlantic City la serpiente advierte que ya prepara terreno para la futura mudanza. Más aire fresco si no fuera por (o a pesar de) las razones del cambio. El nahualt estableciendo hipótesis sobre el Sáhara y los movimientos españoles prosaharagüis. Algo bueno creo que saldrá de ahí a pesar de los centímetros y las veleidades de las epopeyas areniscas. Jesús se va a fumar fuera y le digo que avise si ve a las cariátides caminando hacia el hotel de al lado. El Capitán América sumamente preocupado por la indumentaria a llevar en su acto académico del viernes. No hay coincidencia de criterio estético con su nuevo ayudante para el audiovisual. Yo le comento que podría prestarle el birrete de mi hija la mayor, aunque es rojo y de borla un poco gastada, y no reúsa del todo. Ya veremos.
Mañana comenzaremos a echarle un vistazo a la island new generation (por fin, casi no consigo ejemplar).
miércoles, 27 de abril de 2011
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