martes, 27 de marzo de 2012

Entre escoceses, húngaros, madrileños, holandeses y catalanes anda el juego

Hace tiempo que no hablo de fútbol en este blog, seguramente la depresión profunda del Tete tendrá la culpa. Menos mal que siempre te encuentras con otros argumentos que me saquen de esa tremenda 'Decepción'. Magnífico artículo del exfubolista y conocido comentarista televisivo Michael Robinson y el periodista John Carlin. "Barça, ¿evolución o revolución?" era el título y comencé a leerlo con cierta desgana después de cierta resaca post borrachera barcelonista. Sin embargo, casi de lo menos que se habla en este artículo es del Barcelona, pues más bien hace un repaso por la historia de este deporte desde sus orígenes hasta la actualidad, del desarrolo de sus tácticas y estrategias, y de los hitos que marcaron su desarrollo. En el primer partido internacional de la historia, que disputaron Inglaterra y Escocia allá por el 1872, señalaban sus cronistas que Inglaterra había juagado con una formación 2-8 y Escocia con un 3-7. Ese partido quedó 0-0, lo que demostró la poca eficacia de esa alta densidad de delanteros. Ahora bien, ya Escocia ofreció un estilo de juego marcado más por la posesión del balón y el pase en corto, que por el juego directo y el pelotazo, que ofreció Inglaterra. Escocia, pues, abrió un círculo y una filosofía de juego que tendrá nuevos grandes hitos posteriormente hasta llegar al actual cierre de ese círculo llamado Barça, que ha ganado 13 de los 16 títulos jugados en las tres últimas temporadas, y llamado Selección Española, que de momento lleva una Copa de Europa y otra del Mundo.
Uno de esos hitos fueron los enfrentamientos de Inglaterra y Hungría de 1953 y 1954, ganados ambos por la segunda en aquellos míticos partidos de Wembley:3-6 y Budapest:7-1. Era la Hungría de Kocsis, Czibor, Ferenc Puskas, Nándor Hidegkuti, Grosics... Sí, ese Puskas que posteriormente fichara el Real Madrid, un equipo que imitaba al juego húngaro, con Alfredo Di Stefano también haciendo de falso nueve como Hidegkuti, y toda esa panoplia de jugadores de los 50 tremendamente técnicos como Paco Gento, el canario Luis Molowni, Miguel Muñoz, Zárraga, Santamaría,Joseíto, Rial, Kopa, Canario, Lesmes, etc. El resultado, 5 Copas de Europa seguidas (1955/60), 19 títulos en poco más de diez años.
El resto es sumamente conocido: la 'Naranja Mecánica' de Rinus Michels en los 70 y su concepto de 'fútbol total' (3 Copas de Europa con el Ajax y 2 finales de la Copa del Mundo con la selección holandesa), y su continuidad en el Barcelona a través de su discípulo más aventajado, Johan Cruyff (creador del 'Dream Teem'), y con Pep Guardiola como discípulo aventajado, a su vez, de Cruyff.
Una confidencia de éste último nos regala este artículo, el holandés de oro, en una noche de copas, acierta a comentar: "-Voy a cambiar el mundo del fútbol. -¿Cómo? -Mis defensas serán centrocampistas; jugaré con dos extremos y ningún delantero centro". Quizás no era sino el regreso perfeccionado del fútbol a su origen, a esa formación de 3 defensas y 7 delanteros que desplegara Escocia en 1872. El objetivo era el de siempre, dominio del balón desde el propio campo, ensanche máximo del juego en el ataque e incoporación al remate desde atrás hacia los huecos generados. Lo de Pep es una continuidad incorporando, además, a tres maravillas como Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Leo Messi, especialmente el último que lo tiene todo: técnica, visión, rapidez, olfato, gol... Un Messi que iba para enano, pues padecía de raquitismo, pero gracias a la hormona inyectada en su infancia creció lo suficiente, sólo lo suficiente, para un fútbol que no cree en las alturas atléticas sino en los dominios del balón y el juego inteligente frente a la imposición física.

Y ahora, pasen, vean y disfruten de una de las perlas de esta historia: 1953, en Wembley y ante más de 100.000 aficionados, Inglaterra 3 - Hungría 6. Y esas caras de estupor e incredulidad de los inventores de este deporte; jamás habían sido batidos por equipo alguno de fuera de las Islas. El partido está ¡completoo! pero ya en los toques de balón previos al saque de medio campo se aprecia la técnica de los húngaros; exquisito control y toque para atrás con la zurda de Puskas (nº 10) y, en el primer minuto, golazo por la escuadra de Hidegkuti (nº 9) después de un maravilloso quiebro que deja clavado al defensa inglés.