jueves, 26 de abril de 2012

Geometrías ibéricas

Así es, ni fútbol triangular y ni fútbol rectilíneo. La otra tarde ya me lo advertía Chitoski, antes de zarpar para la isla de la primera (y no superada hasta ahora, al decir de algunos) poesía canaria; -la era del triángulo se acabó el sábado pasado y ahora comenzará la era rectilínea-. Seguramente se referiría al Chelsea, más rectilíneo imposible, porque al Madrid se le cambó la trayectoria ayer; cual cohete rumbo al espacio sideral. Un triunfo, pues, para la cuadrícula alemana que enredó merengues y fue feliz sin comer perdices. Próximamente, fútbol cuadrícula frente a la maestría rectilínea de Drogba u Fernando Torres, que resurge cual ave fénix.