jueves, 25 de noviembre de 2010

Miradas

Paso por allí muchas veces. De largo, pero siempre me fijo de reojo en su expresión circunspecta, al mismo tiempo que contrariada y con una buena dosis de escepticismo vital. Representa a una gran empresa comercial, un animal de éxito, centro de atención en muchas ocasiones. Sin embargo, esa mirada suya parece como si la vida provechosa y feliz que pregona no fuera con él. Me recuerda a un espantapájaros que fotografié hace unos años, con esa misma expresión de búsqueda de infinito, pero sin llegar a estar al margen de toda condición humana, sometida todavía al bien y al mal, casi agónicamente.
Su cuerpo es orondo y mullido, pero bajo aquella palidez azulina adquiere una inesperada liviandad, extravagantemente acorde a esa condición existencial de su mirada.
Ese punto de intensidad centra ineludiblemente mi atención:
…donde todo parece que acaba y renace a la vez.