martes, 25 de mayo de 2010

Esenin en Tijuana


Hoy el Bosque de Tijuana (el otro bosque) estuvo espléndido; ameno, serio, literatura, ideas, conversación, humor, novedades... El prefacio y el epílogo, con poesías de Sergei Esenin en la voz de Jesús, genial. Este capitán del buque tijuanero, siempre sorprendiéndonos con la mejor poesía. Mereció la pena estar hoy por allí, y estuve en un tris de no ir porque andaba atareado por esos sures, pero el capitán ya me tenía señalado si fallaba hoy. Menos mal que el esfuerzo mereció la pena. «Pero no hubo bronca», me dice Víctor luego en el bar. «Es cierto, y a Gladis siempre le gustó una dosis de querella para que no se caiga en una cierta sosería erudita o intelectual» le digo. Y es verdad que puede ser la gracia que tiene este programa; culto pero sin caer en academicismos, diverso, heterodoxo, libre, bullanguero, atrevido, actual pero sin dejar atrás referencias clásicas, divertido al menos para la tripulación… ¡Qué más se puede pedir! Comenzamos enredados con la presentación de la novela de Laureano y el debate de los tiempos verbales en relación con el suspense y la tensión. Luego siguió la grandeza literaria de los puntos suspensivos y de lo sugerido. Más tarde Jesús sacó el tema de los jueces y Víctor distinguía entre autocomposición (juez de mí mismo) y heterocomposición (el juez es un tercero). El primero dio pie para abordar el tema de la memoria, tanto individual como social (la memoria como juez de lo vivido), y el segundo dio pie a comentarios sobre la Ley de Violencia de Género y las declaraciones del juez Serrano (los nuevos anatemas, la definición histórica de lo excecrable). Total, programa que invita a continuar la próxima semana. Eso ya es algo.