lunes, 23 de febrero de 2015
Leviatanes
La mera visión de esta imagen del "Leviatan" de Andrei Zvyagintsev, nos traslada al universo mismo de esta película; la soledad del hombre frente a la belleza, el poder y la muerte.
Estreno en España: Ene-2015
País: Rusia
Guión: Oleg Negin, Andrei Zvyagintsev
Fotografía y dirección artística: Mikhail Krichman
Reparto: Vladimir Vdovichenkov (Kolya), Elena Lyadova (Lilya), Aleksey Serebryakov (abogado y hermano), Anna Ukolova, Roman Madyanov, Lesya Kudryashova
Duración: 141 min.
Género: Drama
Título original: Leviafan (Leviathan)
Según me cuentan, porque uno es así de ignorante, ir al origen del Leviatán es adentrarse en una de las representaciones judeo-cristianas del mal (tanto en el Antiguo Testamento como en el Talmud aparece un animal marino infernal que arrasaba con todo, teniendo distintas representaciones, pero generalmente una gigantesca serpiente). Al parecer, incluso ese Leviatán estaría inspirado en una leyenda canaanita anterior que implica una confrontación entre Hadad (Baal) y un monstruo marino de siete cabezas al cual Hadad logra derrotar, también se asemeja a la épica de la creación babilónica "Enuma Elish" en la que el dios tormenta Marduk asesina a su madre, el monstruo marino y diosa del caos y la creación, Tiamat, y crea la tierra y los cielos de las dos mitades de su cuerpo.
Es decir, que el Leviatán viene a representar las fuerzas preexistentes del caos a las que el orden creador termina por derrotar para imponer la nueva existencia.
Orden y caos se contraponen también en el más conocido "Leviatán" de Thomas Hobbes, que tenía por subtítulo "La materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil". En él Hobbes da un giro a aquella figura mítica haciéndola identificar con todo lo contrario, con el orden; un orden social centrado en la figura poderosa de un monarca que deberá imponer un orden imposible en lo que él acuñó como 'estado de naturaleza'. Solo la figura de un gran monarca, decía, logrará evitar que el hombre se convierta en un 'lobo para el hombre', es decir, que solo un gran poder se podría imponer a la inevitable lucha de nuestros egos, donde una guerra perpetua nos acecharía inexorablemente.
Por otro lado, están los triunfos de la razón ilustrada en la conformación de las democracias modernas; la división de poderes, el estado de derecho, el sufragio universal, libertad de expresión, etc. etc., con todos sus aciertos e imperfecciones. En todo esto me divierto últimamente discutiéndolo con mi hija de 1º de bachillerato, a propósito de esas asignaturas tan poco relevantes que más de uno vería con buenos ojos eliminarlas de la faz de las mentes y dedicarlas a lo único verdaderamente productivo que es agachar la cabeza.
Toda esta concepción del orden social, de la justicia, la libertad y las formas de gobierno, están detrás de esta película y es lo que ha hecho que la estructura política rusa se haya puesto a tirarse de los pelos y a soltar barbaridades de rusos y occidentales, de patrias y banderas, etc. etc. ‘Leviatán’ levanta iras en Rusia. El ministro de Cultura arremete contra la película candidata al Óscar a la mejor película extranjera, y que retrata la impotencia de muchos ciudadanos rusos ante el abuso y la corrupción (El País, 20-1-15). Para el ministro ruso, Vladímir Medinski, Leviatán refleja un ambiente de “desesperación” y “falta de sentido” y explota los tópicos occidentales antirrusos con la finalidad de obtener premios en Occidente. En Leviatán no hay “ni un solo héroe positivo” y sus personajes no son “verdaderos rusos”, dijo el alto funcionario al periódico Izvestia. Y agregó que “las películas que insultan a las autoridades en el poder no deben ser financiadas con el dinero de los contribuyentes”.
Las descalificaciones, las prohibiciones, las mutilaciones de la censura, etc. no han cesado en Rusia. En fin, el poder, el estado, imponiendo una vez más 'su' orden y 'su' justicia, otorgando, irónicamente, mayor verosimilitud a lo que se cuenta en ella. Un nuevo Leviatán quizás al que descabezar para conseguir algo más que una mera 'pax romana' o un 'orden hobbesiano'. El propio director, Andrei Zvyagintsev, lo afirma categóricamente: “Rusia es una simulación democrática”.
En el otro lado del Atlántico, "El francotirador" de un ultra premiado Clint Eastwood tampoco las está teniendo todas consigo, y ese retrato de los efectos de la guerra también ha cosechado numerosas críticas con argumentos muy patrioteros, Pero de momento sería impensable un ministro de cultura americano saliendo al paso para demonizar una película, aunque ya sabemos lo que ocurrió en la 'caza de brujas' del macartismo.
Pero la cosa no queda ahí, Leviatán es mucho más, es también una tragedia al modo clásico, una encadenación de acontecimientos que superan al individuo y lo someten a designios impredecibles, que le superan, al tiempo que lo enfrenta a algo mucho mayor, la naturaleza en su continuo devenir de eras geológicas y genealogías darwinianas, el eterno retorno de la vida.
...Qué sé yo, cuando la vea igual les cuento algo distinto, porque ayer me pilló demasiado lejos del TEA, pero por ahí van los tiros, créanme. No hay mas que ver la imagen de arriba.
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