martes, 14 de septiembre de 2010

Atraco en el Arkaba

Esta tarde nuevamente por la radio. Pagos y encargos de por medio con Anghel, la recopilación de relatos de Javier Hernández recién sacada de la imprenta, Jesús mosquiado por algunas ausencias, el jefe supremo también por algunas cuestiones de finanzas, supongo, como casi todo el mundo. "Los días prometidos a la muerte" nueva entrega literaria de Javier con ediciones Aguere e Idea. En el programa hablamos de esta obra, de novela negra, de Mankell, de Pepe Carvallo, de la quema de libros... ¡qué sé yo! Lo de siempre, tertulia cultural con recomendaciones, esta vez, para leer a Alexis Ravelo. Yo, mientras, comienzo a leer estos relatos de Javier. Empiezo por el último, "Lesb boiled", un especial ajuste de cuentas entre lesbianas. Y me fijo en el cuchillo ensangrentado de la portada; con esa sonrisa perversa y el especial brillo de su mirada. Cachonda e irreverente la introducción de Jesús, "No pida fiado, este libro no se fía de nadie". Sólo a él se le ocurre matar al autor desde el comienzo del libro. Mientras unos tal Herar y Charlín le amenizan la presentación en el Teatro Leal, algunos sólo pensaban en la bala de plata creyéndose craneal y encefálica. Lo del Arkaba vino después, y ni siquiera les hizo falta sacar la pistola. Ay que joderse, todo sea por el lejano recuerdo de los fetasianos, pero a mí ya no me cogen más, Jesús. ¡Los atracados fuimos nosotros!