De nuevo por el zoo, que diría JRamallo.
No tengo ganas de escribir sobre el último programa Tijuanero, pero un día que estaba en la capital de las bandas de Abona (al menos periodísticamente, por lo que se ve) me llegó una llamada desde Sur City con voz sorprendida y molesta por algunas afirmaciones allí vertidas. La cosa no es baladí, pues se afirma poder tomar medidas legales al respecto. Vale, en eso ni salgo ni entro, cada uno sabrá, pero no me gusta, por ejemplo, que cuando se habla de literatura se antepongan cuestiones tan personales desde tribunas tan moralinas. Hasta ahí de acuerdo. En ese campo, el literario me refiero, yo siempre he defendido al lagarto de dos rabos. El otro día también. Lástima que no se aplique a lo que se tiene que aplicar y nos alegre la lectura mucho más a menudo con esa vena mestiza del sur costero, y que ya exhibía desde Taramela Bay. Aunque esto es otra cuestión, y cada uno, desde luego, tiene derecho a escribir cuando le venga en gana. Como yo mismo en este blog. Pero Jesús, incluso, da por saldada esa vena y tampoco es eso. Ya he visto que su blog hace referencia al quid de la cuestión del programa. Ahora que pase lo que tenga que pasar. Espero, eso sí, que las aguas vuelvan a su cauce, sin más carroñas ni carnazas, aunque algunos quieran vivir de eso también. Allá ellos.
INVASORES
Hace 2 horas
1 comentario:
nada que no soluciones un vaso de buen ron... y mantenerse a raya.
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