Mis amigos contertulios siempre comienzan muy apurados. Como los conozco, y también sé ya algo de la lógica radiofónica, quise omitir los primeros cuatro minutos del tema musical elegido esta vez para el comienzo y el final del Bosque de Tijuana. Nada, una especie de homenaje a los acontecimientos del norte de África y Medio Oriente a través de uno de los temas del recopilatorio "Live" de Eleftheria Arvanitaki. El corte 05 era completamente instrumental y se compone, a su vez, de tres partes: Oud Improvisation-Tamzara-Traditional Thracian Dance, y lo que más me gustó de ellas para el programa era las dos últimas. Por eso le dije a nuestro operario: 'comiénzalo en el minuto 4'. Pero nada, al final salió al revés, solo la primera parte: Oud Improvisation. Pues nada, después de todo a alguna oyente creo que hasta le gustó.
--¿Qué te pareció Tijuana, Jesús? Bien bien, bueno, algo puse en mi blog. --Yo diría que no dio para mucho, es decir, que al final sólo tuvimos media hora de programa. Quizás deberíamos cambiar el horario y que fuera de 6,30 a 7,30. --No sé no sé, igual terminábamos empezando también a las 7. --Pues nada, no tenemos remedio. Pero a mí sí que me vendría mejor para no llegar tan apurado. De todas formas, creo que nos liamos demasiado con lo de las lenguas; al final yo empeñado en que sí se pueden crear o inventar y los hermanos empeñados en que no.
Bajando las escaleras seguíamos la conversa cuando caí en la cuenta de lo que había pasado. Mientras yo me refería a lengua como conjunto de palabras, estructura gramatical, etc., ellos se referían a comunidad de hablantes. ¡Acabáramos! ¡claro!, claro que es muy difícil crear de la nada una comunidad de hablantes, para eso se necesitan unas condiciones muy especiales. Ya hablábamos de lo sucedido con el bable, el euskera o el esperanto.
Pero casos de éxito también los hay, como el de aquella comunidad de esclavos fugados, en Panamá. Allí recuerdo que se dio el caso de una curiosa invención lingüística y con desarrollo de comunidad de hablantes. No sé exactamente, pero creo que por la necesidad de asegurarse que no los pudieran entender, dada su condición de prófugos, y demás, viviendo en un sitio aislado de la selva, y no querían que los encontraran o supieran de su procedencia, convinieron en determinado momento inventarse un idioma. La propuesta fue relativamente sencilla y genial; en todo sería igual al castellano, pero las palabras se pronunciarían al revés, de tal forma que una frase cualquiera como 'le dije que viniera mañana' quedaría así: 'el ejid euq areiniv anañam'. El resultado colmó de tal forma las necesidades de su comunidad que ha permanecido como lengua viva hasta hoy, e incluso ahora pasa por una curiosidad cultural de Panamá que trata de explotarse turísticamente.
Más allá de lo anecdótico y circunstancial, pues lo lógico es que las lenguas actuales provengan de algún tipo de evolución lingüística previa, es decir, que tengan algún carácter tradicional-histórico, tampoco podemos descartar que se rescaten lenguas muertas (con pérdida de comunidad de hablantes, pero de las que se conoce vocabulario, gramática, etc.) o aprezcan lenguas ex novo (casi completamente inventadas). Solo se necesita (y eso es mucho, estamos de acuerdo) que en un momento dado una propuesta lingüística 'X' tenga sentido para un grupo social 'Y' y sea llevada a la práctica por él durante varias generaciones.
Joder, "generaciones"... Eso me recuerda al post-programa en Atlantic City, el Capitán América proponiendo una nueva teoría acerca de cómo definir el término. Ahora solo sé que según la wikipedia (diccionario de inevitable referencia, como sabemos) para 'epónimo' a lo más que llega es a referirse a un periodo histórico (según rey o gobernante) o año (según cónsul, en Roma, o arconte, en la Grecia Clásica). Por otro lado, veo difícil que nos pongamos de acuerdo en elegir a alguna figura epónima en concreto para designar al concepto moderno de cada 'generación'. Para eso prefiero la propuesta del sociólogo alemán Karl Mannheim, que habla más de una situación histórica que haga que un determinado espectro de edades compartan una serie de experiencias y participen de proyectos comunes... o algo así.
Y a todo esto Jesús me preguntaba: --¿Y después de que yo me fui, aparecieron las griegas?
No sé, será por eso que algún avispado dijo aquello de: "La lengua es aquel instrumento sexual que algunos idiotas sólo utilizan para hablar"
INVASORES
Hace 3 horas
4 comentarios:
Eso de hablar al revés lo practicaban en Cimadevilla (barrio viejo de Gijón) y un año ha ya tiempo, en la Caldera de Taburiente, oí contar a una grácil doncella el cuento de Caperucita al revés: "Tacirupeca..." En fin, sin lengua carnal no hay lengua verbal. Desengañate, Ramón. La carne se hizo verbo... Claro, también es verdad que los loros hablan, y las máquinas... Estoy hecho un lío lingüístico.Estoy descubriendo que los fantasmas también hablan, y no en latín.
Sí, pero no creo que esa manera de hablar se haya trasmitido de generación en generación. Lo que cuentas sí que son anécdotas.
Dicen que el Diablo, patrón de las bellas letras, escribe al revés, como los espejos. Y lo hace desde que cayó del Cielo hasta hoy (en el futuro no se). La lengua es un sistema arbitrario de signos, vale, pero surge de los hablantes. Lo otro no es lengua sino ganas de hablar del sexo de los ángeles.
Del sexo de los ángeles, cosa que ellos no tienen (dicen), pues no. Ahora, hubo una tal Ángela que conocí, y que hablaba como los dioses... Y del sexo, al derecho y al revés... pues también.
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