Cuentan que después del férreo, gris y puritano gobierno de Cromwell apareció la luz liberadora de la Restauración, promoviendo la efervescencia y la apertura, el florecimiento de todas las artes y de las ciencias como nunca antes se había conseguido. Las royal societies, las crónicas cotidianas del inicio del periodismo, las sátiras, las parodias, los juegos, las carreras… El aire fresco de una corte que en el exilio se había renovado con los nuevos modos continentales. No sé si el exilio sanandresino de nuestro santo patrón habrá sido suficiente para esa renovación prometida, pero algún día llegará. Todo esto viene a cuenta de la sesión tijuanera de ayer, de los comentarios del Oyente y de la correspondiente crónica de JMª. ¿Estarán echando de menos a Charlín? En fin, mejor nos retiramos de la dictadura de la audiencia. A ver si nos vamos a poner peor que con los famosos índices de la telebasura.
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