Por fin plenamente integrado al mundanal ruido. Durante el fin de semana tuve un par de breves incursiones en los blogs amigos, haciéndose eco del encuentro del pasado jueves en Librería Cabildo. Parece que la Mesa Redonda G21 ha vuelto a remover conciencias y opiniones. Sin duda, es la mejor carta de presentación de Ánghel Morales, y ahora también un poco nuestra (de JMª y mía, digo), al menos como colaterales y momentáneos. Ya eso me parece un gran triunfo. No creo, Ánghel, que ahora debas meterte a defender tu proyecto a capa y espada porque tus logros son más que evidentes. No, no creo que se trate de eso, de socavar esa apuesta, sino de abundar en las aguas que afortunadamente se removieron (que removiste). Por ahí, quizás, avancemos. Y, Jesús, no te sientas tan desplazado; si hay obra, tendrás tu momento. El proyecto G21 tiene solidez suficiente y avanza, tú lo sabes mejor que nadie, Ánghel, esa es tu función como editor y la sabes cumplir bien (a no ser que te quieras convertir también en crítico literario). Sin embargo, no podemos ser inocentes (hace tiempo que dejamos de serlo) ni desde el punto de vista creativo, ni desde el punto de vista de la reflexión o la crítica. Por mi parte, en la narrativa de Canarias veo muchos valores, pero también encuentro problemas, dudas, interrogantes... no exclusivamente por G21 sino más allá, en relación al conjunto del actual momento narrativo. Ese es un reto que merece la pena abordar.
En cuanto a las 'generaciones' en literatura (me parece que no me expliqué bien en el comentario a la entrada de Jesús), hay toda una discusión teórica que no podemos obviar una vez metidos en estas lides. No se trata de una cuestión anti-G21, nada más alejado de mi intención. Lo que no podemos es dejar de considerarla, porque está ahí. Así de simple. Por último, tampoco creo que esta discusión 'generacional' la vaya a resolver yo ahora, ni mucho menos, pero sí tenerla en cuenta para nuestro propio debate de la historia narrativa de estas islas.
INVASORES
Hace 39 minutos
3 comentarios:
Ramón, yo no me siento desplazado ni te critiqué por que hablaras de estadísticas. Yo procuro mantener mi sitio, y la crítica va por otro lado, tan banal que ni merece la pena decirlo. Por mi parte fue sólo reivindicar, dar voz, o por lo menos un susurro, a la generación que nuestro amigo Berto llamó del silencio. Pero como me dijo un amigo, paso de ángeles y demonios. Ya se me agotó el debate. A ver si mañana puedo cogerte de ajuste y que vengas por aquí a meter el la cosa el borrador del gigoló, para hacer una copia. Ya te echaba de menos en este territorio diverso y patriótico.
Rectifico: no era del silencio, sino silenciada. generación silenciada, donde están ubicados, si no me equivoco, felix francisco casanovas, ezequiel plasencia, jaime mir (que ya han dejado de escribir), ignacio gaspar, roberto cabrera, etc.
Amigo Ramón, hay ocasiones en las que uno no entiende nada, pero nada de nada... siempre he creido que los libros tienen vida propia y se defienden solo y mas G21, que se sostiene no solamente sobre mi, sino sobre doce señores, mas los que vengan... esto no es un coto cerrado, n i muchisimo menos, pero hay polemicas que no se de donde salen, aqui no se trata de enfrentar a una generación con otra, tu lo digiste,... mucha de la gente de las decadas anteriores sigue publicando y buenos titulos por cierto, de lo que se trata es de que gane la narrativa, de que gane la cultura, esa es la batalla, mi batalla, por lo menos, nunca me ha gustado ni el reproche ni el victimismo, ni el lloriqueo, se trata de que ninguna gran obra se quede sin publicar,... por lo demas bien, creo que hiciste un buen trabajo y te animo a seguir en esta linea, por mi parte creo en lo que hago y por eso lo hago,... por lo demas bien, no deja de ser un debate interesante, del que me salgo por ser parte interesada.
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