lunes, 14 de noviembre de 2011

Susto y opinión (...que cada uno tiene los suyos)

Me recupero del susto. Esta mañana, el ordenata benjamín se negaba a arrancar. Trato de resucitarlo, pero me sale: "Reparación de inicio no puede reparar este equipo automáticamnente" ¡¡Cojones!! Y luego tres opciones: a)enviar información acerca de este problema (recomendado); b)no enviar; y c)ver detalles. Naturalmente el cuerpo me pedía pasarme por el forro la supuesta recomendación. Yo lo que quería es acceder al archivo de Word en el que trabajaba, y punto. Que no me vengan con majaderías ni más distracciones. Me voy a los 'detalles' y me aparecen no sé cuántos eventos con lindas palabritas como NotRootCause, AutoFailover, unknown... y códigos numéricos de no sé cuántos. ¡Pues a tomal pol...! Pero me dicen de al lado que pruebe a encender enchufándolo a la corriente. Je je, es que tiene batería, digo yo. No importa, prueba a ver. Enchufo y... ¡milagro! Pero si la batería tenía el 68% de carga. Nada nada, esto es así, me contestaba simpática y condescendiente.
Quien no estaba nada condescendiente esta mañana es JMª, con toda una retahíla de argumentaciones contra un tal Chitoski (perdón, Txitoski, ¿será la versión vascongada? No no, eso sería muy 'local'). El desencadenante fue una entrada de JMª hace unos días sobre literatura canariensis, y la respuesta de Chitoski a la misma en términos de inextricabilidad cognoscente. Ciertamente, JMª no estuvo muy explícito, pero sí lo suficiente para pensar que equivoca Chitoski el foco de su discusión local-universal si la centra en la producción literaria. Más bien, creo que se trata de criticar la 'local' exaltación de los géneros como valor literario en sí mismo. En eso estoy muy de acuerdo con JMª. Sin embargo, espero que el nahualt comprenda que tampoco los géneros puedan convertirse ahora en un criterio absoluto para denigrar la obra de cualquiera. Afortunadamente, ni la estructura y ni el marco lo son todo, aunque el que se apunte al cliché, sin más, también se predisponga a narraciones cuando menos acomodaticias y faltas de punch. Sin embargo, esas estructuras proporcionan también algunas ventajas para la vertebración de lo narrado. Todo al final, y como siempre, dependerá de cómo se haga. Que cada uno haga, pues, su apuesta, y ya veremos si pasa del mero entretenimiento o si ni siquiera cumple con las espectativas del género.

Si JMª se refiriera (que creo que no) al dónde de los hechos, para distinguir la buena de la mala literatura, pues estaría completamente de acuerdo con eso de Chitoski sobre 'que el microscopio y el telescopio enfocan la misma realidad' y también con eso de 'El Dublín de Joyce, el Cuernavaca de Malcolm Lowry, el Los Angeles de Bukowski, el San Petersburgo de Dostoieski, la Mancha de Cervantes, la Dinamarca de Shakespeare, el Igueste de Isaac de Vega...'
Desde este punto de vista, mucha de la buena literatura de siempre es 'local' porque, aunque acaba trascendiendo la localidad de los hechos y los personajes, no deja de referirse a ellos para conseguir la verosimilitud deseada. Ahora bien, tampoco olvidemos la buena literatura nada 'local' de los periplos viajeros, la ciencia ficción...

¡Uy, perdón perdón... que eso es literatura de género!

De todo ese rollo literario 'local' es de lo que trata mi escrito, finalmente recuperado, y que titulo "A propósito de Orlando Cova narrador", artículo prometido a Sonita Muñoz para su boletín La Gatera. A este paso, igual hasta sale a la luz antes que los textos de homenaje a Cova en El perseguidor.

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