Francisco Estupiñán Bethencourt con El corsario de Lanzarote, Ignacio Gaspar con Nación de pájaros o desesperación del amanecer y Graciliana Montelongo Amador con La Leyenda de la escritora de Haikus, aglutinan las últimas novedades de este mundo literario isleño. Comenzaremos por el presente, por aquello del valor periodístico de la cosas... esa rabiosa actualidad.
Hoy, viernes 16 de noviembre a las 19,30 horas, en la sala Guasa del Centro Cultural de Los Cristianos (Arona), tendrá lugar la presentación de un esperado libro de poemas de Ignacio Gaspar, Nación de pájaros o desesperación del amanecer. Un autor del que todavía esperamos grandes cosas, a pesar de los años de sequía pública, que no creativa, según él mismo nos confirma. Le acompañarán en la mesa, su editor Anghel Morales García (Ediciones Aguere) y el escritor y crítico Ernesto Suárez, quien destaca que esta obra «forma parte de ese mismo universo literario con el que Ignacio Gaspar se dio a conocer muchos años atrás y, anticipa lo que será su próxima novela, pues se da una conexión estrechísima entre su poesía y su narrativa». Los que ya sabemos de sus valores narrativos en obras como 485 años después del año de la nana (1981) El rejo de la máscara (1984), La mujer y el pájaro (1986) o La mujer que no creía en el espejo (1999), estamos de enorabuena, y los que no... no desperdicien la ocasión. Por allí nos veremos. Prometemos sacar próximamente alguna entrada referida a este evento.
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El futuro comienza en mañana, y mañana mismo, sábado 17 de noviembre a las 19,00 horas, en la Casa de la Cultura de Los Realejos, tendrá lugar la presentación de La Leyenda de la escritora de Haikus, una arriesgada y sugerente obra, en la que Graciliana Montelongo Amador nos lleva de la prosa al verso y del verso a la prosa en un viaje por el antiguo Japón, su naturaleza y mitología, al calor de la sencilla belleza de sus haikus y su filosofía vital. En el acto intervendrán, junto a la autora, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Los Realejos, Adolfo González Pérez-Silverio, el profesor de literatura y licenciado en filología hispánica Juan Jesús Pérez García y el director de Ediciones Aguere, Ánghel Morales García. El libro cuenta con un prólogo de Ernesto Rodríguez Abad y con ilustraciones de la propia autora.
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Por último, el pasado. Un pasado reciente, como es natural hablando de novedades, pues fue el pasado martes, justo antes de entrar al programa radiofónico de Radio Unión, cuando me tropecé en la librería la última novela publicada del Premio de Novela Benito Pérez Armas (la del 2011). Y fue su título lo que más me llamó la atención: El corsario de Lanzarote, de Francisco Estupiñán Bethencourt. Siempre he comentado que buena parte de la historia de estas islas se encuentra en el mar, pero es raro encontrar textos que nos hablen de ella o en referencia a ella, y todavía lo es más en el ámbito narrativo. El mar, sin embargo, siempre fue un personaje principal en buena parte de la mejor narrativa universal, desde la Odisea hasta Moby-Dick o Robinson Crusoe, Los Viajes de Gulliver etc. En todos ellos mar, islas, viajes, aventuras y desventuras, lucha y seducción, en fin, la vida con sabor a cloruro sódico. Por todo ello, procuro no dejar pasar ocasión en que nuestras letras rindan homenaje a tan honorable tradición, y la palabra 'corsario' reune mucho de ella. De otro lado, la propia historia cultural de estas islas, que el contertulio de La Puerta y licenciado en historia, Juan Royo, se encargaba de destacar como un campo inmenso donde ambientar sus novelas. En El fulgor del barranco recuerdo que el mar entre las Islas y África cobraba cierto protagonismo, así como un morito a caballo entre Mogador y Tenerife en los preludios de la Guerra Civil. Así ocurre con El corsario de Lanzarote, pues también navega por esos mares entre las Islas y el continente africano, una novela histórica ambientada, sin emabargo, en el siglo XVI, un par de generaciones después de la conquista isleña para la corona de Castilla.
El mar y la historia, pues, fueron dos poderosos aliados que me ayudaban a devorar las páginas de esta novela. Algo de eso me ocurrió también con El guanche en Venecia de Juan Manuel García Ramos, aunque aquí eché de menos una mejor descripción de los paisajes y paisanajes de la geografía berberisca, algo que mejora con mucho El corsario... de Estupiñán.
La novela de Francisco Estupiñán merece una entrada específica lo que espero hacer en cuanto pueda. Ahora se me hace tarde para coger rumbo al sur, a departir con el amigo Ignacio en la presenta de su nueva criatura. Salú
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