¡España a semifinales!¡Quién decía que esto era sólo fútbol! En las calles de El Médano euforia total. Pitas, banderas, vuvuzelas, motos haciendo el caballito... Disparate total. Así es, símbolos, epopeya, narratividad... todo bendecido por la emoción más visceral en la performance callejera de la victoria. En San Isidro, me dicen, que el trafico se cortó por una riada de hinchas de la roja, los vehículos sólo pasaban a cuentagotas bajo palio de la bandera española y a modo de capotazo de nuestra fiesta nacional. En fin, una bendición para las esencias españolas (los del Estatut lo tienen chungo). Ya nos lo advertía la cuña prepartido asociando las grandes batallas militares de España a lo largo de la historia: Trafalgar, Lepanto, Bailén, etc. con los resultados de la selección en este Mundial. ¡Qué cosas! A ver quién les dice algo. La marea roja está servida, sólo espero que a Jesús le haya llegado a tiempo su bandera roja y gualda con las siete estrellas verdes bordadas en medio (Pedrito, Pedrito, Pedrito... tenías que haber metido ese disparo cruzado ¡Diooosss!), porque esto ya no hay quién lo pare. Bueno, Alemania ya son palabras mayores, son ¡Dioses del Olimpo! Joder, quién va a poder con eso. Ni el rosario de Maradona con su cara de
argentinian gigoló pudo hacer nada.
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